§.6 lenguaje, temporalidad y cantidad[i]
Junto a los grandes, el pequeño perfectamente
se acopla y el grande se endereza con ayuda de los pequeños. Pero no es posible
instruir a tiempo a los insensatos en estas máximas.
Sófocles, Áyax, v. 161 y ss.
habrá un Firmamento aparte del firmamento,
solo que no separado de el, sino en el mismo lugar.
Aristóteles, Metafísica, 998a,
18.
Saber, a lo que se llama saber[BP1] , la uniformación del lenguaje persigue la
aniquilación de una [experiencia original].[ii] A
su persecutoria de uniformidad todo
método del saber del lenguaje yerra el fenómeno.[iii]
Escribe Saussure:
En esta operación, que consiste en eliminar
mentalmente todo lo que no conduzca a la diferenciación requerida sobre el
punto requerido, están en juego tanto los agrupamientos asociativos como los
tipos sintagmáticos.
Habla de hacer variar un elemento en un tipo
sintagmático latente. En el juego de los agrupamientos asociativos
con los tipos sintagmáticos, a la visión de mundo de la lógica de vida, el
tiempo se emplaza el horizonte general del sentido del ser del ente. El tiempo,
tu reloj, es escritura. Lo atemporal, por definición, sólo puede ser
comprendido a condición de atener la obliteración por la cual se retiene lo
eliminado mental que condujo a la diferenciación requerida sobre el punto
requerido. Entiéndase luego entonces esta diferenciación requerida por la
identidad.
Todo [no] transcurre, se sobreentiende. La identidad antes y
después del transcurso metódico es la temporalidad.
La posibilidad del estructuralismo sólo emerge a la condición de
poder nombrar la ciencia, un adjetivo de la universalidad por término de un
particular concreto. Son las edades del mundo.
Saussure, en la estipulación para la lingüística ante la
historicidad, asienta del Curso de
lingüística general, de la lingüística misma:
La ciencia que se ha constituido en torno de los hechos de lengua
ha pasado por tres fases sucesivas antes de reconocer cuál es su verdadero y
único objeto.
No hay
elemento ni elementos; no hay en un tipo sintagmático latente
que tampoco hay tipo ni tipos. Ciertamente el yerro comienza a la presentación.
Ciencia. La ciencia. No hay ciencia que se haya constituido que no hay ciencia
tampoco, lo constituido por “ciencia” es sólo lenguaje y lingüística. Ciencia
es constituirse.[iv]
El conocimiento científico, el constituirse de la ciencia en torno al hecho,
hace del hecho[BP2] ,
por reconocimiento, la totalidad de certificación metodológica del único
respecto que por verdad, a tanto fenómeno, cabe denominar experiencia: su
objeto.[v][BP3]
Más del yerro la ciencia. De allí recién por objeto la
constitución de su método. La ciencia, el método a sí, reivindica la realidad
empírica. Sujeto, argumento, segmento, la función. Lo uno unido en concepto del
objeto al método es todo lo múltiple mismo dado en una intuición –la escena-, lo
posible por ser a reconocerse de sí experiencia en lo mismo, LOGOS, nada más.[vi]
LAS ENTIDADES ENUNCIADAS, DESCRITAS, IMPLICADAS al discurso, SON
HECHOS DE LECTURA, HECHOS DE COMPRENSIÓN Y HECHOS DE INTERPRETACIÓN.[vii]
La razón es un compuesto, sólo de sí se purifica; la naturaleza es una entidad
lingüística.[viii] Polibio de Megalópolis:
Se me dirá acaso que este cambio natural de Estados se halla
tratado con más exactitud en Platón y algunos otros filósofos. Pero como esta
materia es oscura, prolija y entendida de pocos, nosotros extractaremos lo que
convenga a una historia verdadera y sea adaptable a la comprensión de todos;
pues caso que esta idea general no satisfaga en un todo el examen individual
que se hará adelante, satisfará plenamente las dudas que ahora se formen.[ix]
El lenguaje es el ente natural. Someter la
experiencia por fenómeno al decurso del método es traer la naturaleza por
respecto del reconocer en entidad del evento, un todo. Del método, al decurso,
el fenómeno mismo se impone por totalidad.[x]
Toda convalidación se juega en un someter predispuesto: la verdad. Y es que por
fuera del método las observaciones contingentes[xi],
hechos sin ningún plan bosquejado de antemano, no pueden venir a conexión en
una ley necesaria, embargo de lo que la
razón científica busca y necesita.
Cambio natural de los estados habla Polibio.
La subversión del mundo “clásico” en el mundo
“helénico”; la subversión del mundo “helénico” en mundo “romano”; la
transversión el transcurso del mundo; sujeción.
La ciencia opera por una restricción que de
ella denominamos Mundo. La poesía es sólo la alegoría del espacio.[xii]
Lo dicho por generalidad al examen es sólo ello mismo generalizado de la
comprensión al examinar:
Que es cierto lo que digo, lo conocerá cualquiera fácilmente si
reflexiona sobre los principios naturales, origen y alteraciones de cada especie
de gobierno. Sólo el que conozca la constitución natural de cada Estado es el
que podrá conocer a fondo sus progresos, su auge, su mutación, su ruina, cuándo
y cómo sucederá y en qué forma se cambiará. Me presumo que si a alguna
república es adaptable este género de examen, es en especial la romana, porque
su primer establecimiento y sus progresos son conformes a la misma naturaleza.
La explicación histórica sujeta su reflexión al principio
de lo natural para hablar con propiedad. Una ficción y su
auspiciar; un auspicio que forma la forma.
El cambio dentro de la historicidad sigue
siendo apercibido en relación a las categorías físicas que convalidan la
transformación respecto al espacio, su objeto, en el movimiento del ente al
respecto del plano, una función. El cambio es un concepto que se fundamenta en
la forma. Así la escena.
Ferdinand Saussure continúa:
Se comenzó por organizar lo que se llamaba la «gramática».[xiii]
Este estudio, inaugurado por los griegos, continuado principalmente por los
franceses, está fundado en la lógica y desprovisto de toda visión científica y desinteresada
de la lengua misma[BP4] ;
lo que la gramática se propone únicamente es dar reglas para distinguir las
formas correctas de las formas incorrectas;[1] una disciplina normativa, muy alejada de la
pura observación, y su punto de vista es necesariamente estrecho.[BP5] [xiv]
Después apareció la filología.[xv]
Ya en Alejandría existía una escuela «filológica», [BP6] [2]pero
este término se asocia sobre todo con el movimiento científico creado por
Friedrich August Wolf a partir de 1777, que se continúa en nuestros días. La
lengua no es el único objeto de la filología, que quiere sobre todo fijar,
interpretar, comentar los textos; este primer estudio la lleva a ocuparse
también de la historia literaria, de las costumbres, de las instituciones,
etc.; en todas partes usa el método que le es propio, que es la crítica. Si
aborda cuestiones lingüísticas, es sobre todo para comparar textos de
diferentes épocas, para determinar la lengua particular de cada autor, para
descifrar y explicar inscripciones redactadas en una lengua arcaica u oscura.
Sin duda estas investigaciones son las que prepararon la lingüística histórica:
los trabajos de Ritschl sobre Plauto pueden ya llamarse lingüísticos, pero, en
ese terreno, la crítica filológica falla en un punto: en que se atiene
demasiado servilmente a la lengua escrita y olvida la lengua viviente; por lo
demás, la antigüedad grecolatina es la que la absorbe casi por entero.
El tercer período comenzó cuando se descubrió que se podían
comparar las lenguas entre sí. Éste fue el origen de la filología
comparativa o «gramática comparada».[3] En
1816, en una obra titulada Sistema de la conjugación del sánscrito, Franz
Bopp estudió las relaciones que unen el sánscrito con el germánico, el griego,
el latín, etc. No fue Bopp el primero en señalar esas afinidades y en admitir
que todas esas lenguas pertenecían a una misma familia: eso ya se había hecho
antes que él, especialmente por el orientalista inglés William Jones († 1794);
pero algunas afirmaciones aisladas no prueban que en 1816 fueran ya
comprendidas de modo general la significación y la importancia de esta verdad.
Bopp no tiene, pues, el mérito de haber descubierto que el
sánscrito es pariente de ciertos idiomas de Europa y de Asia, pero fue él quien
comprendió que las relaciones entre lenguas parientes podían convertirse en la
materia de una ciencia autónoma. Aclarar una lengua por medio de otra, explicar
las formas de una por las formas de la otra, eso es lo que todavía no se había
emprendido.
Es muy dudoso que Bopp hubiera podido crear su ciencia —por lo
menos tan pronto— sin el descubrimiento del sánscrito. Esta lengua, al llegar
como tercer testimonio junto al griego y el latín, le proporcionó una base de
estudio más amplia y más sólida; y esa ventaja se encontró aumentada por la
circunstancia por suerte inesperada, de que, el sánscrito está en condiciones excepcionalmente
favorables para aclarar esta comparación.[BP7] [4]
El presentarse por el papel a
declarar. La escritura, ello mismo que se presenta en el papel hace del papel
el interpretar; la escritura es la asistencia misma de Hermes.
Ante Hermes se escribe. La declamación,
la asistencia de la diosa, es la verdad por aparición. Del poema, todo silencio
posa des-ocultado. Así todo descubrir es describir, la totalidad por
inscripción detrás.
Ello mismo que para ti fue escrito.
Adelante, la circunstancia en adecuación por suerte inesperada.
Lo inesperado es sólo lo que se sigue
al calce de Heráclito.
¿El hombre?
Después el saber.
Toda la
tierra asiática que antaño los criara gime
por ellos
con intensa nostalgia: padres y esposas, contando
los días,
tiemblan ante un tiempo que se va dilatando.
Esquilo, Los persas.
La historiograficidad es transparente.
Lo anterior es una proposición. Este
es Hegel, Fenomenología del Espíritu,
Prólogo, p. 10:
Si se toma la manifestación de una
exigencia así en su contexto más general y se la considera en el nivel en que
se halla presente el espíritu autoconsciente,(a)(1) vemos que
éste va más allá de la vida sustancial que llevaba en el elemento del
pensamiento,(2) más allá de esta inmediatez de su fe, de la satisfacción y la
seguridad de la certeza que la conciencia abrigaba acerca de su reconciliación
con la esencia y con la presencia universal de ésta, tanto la interna como la
externa. Y no sólo va más allá, pasando al otro extremo de la reflexión carente
de sustancia sobre sí mismo, sino que se remonta, además, por encima de esto.
No sólo se pierde para él su vida esencial; además, el espíritu es consciente
de esta pérdida y de la finitud que es su contenido.(3) El espíritu,
volviéndose contra quienes lo degradan y prorrumpiendo en denuestos contra su
rebajamiento, no reclama de la filosofía tanto el saber lo que él es como
el recobrar por medio de ella aquella sustancialidad y aquella consistencia del
ser. Por tanto, para hacer frente a esta necesidad, la filosofía no debe
proponerse tanto el poner al descubierto la sustancia encerrada y elevarla a la
conciencia de sí misma, no tanto el retrotraer la conciencia caótica a la
ordenación pensada y a la sencillez del concepto, como el ensamblar las
diferenciaciones del pensamiento, reprimir el concepto que diferencia e
implantar el sentimiento de la esencia, buscando más bien un fin edificante
que un fin intelectivo.(4)
Lo bello, lo sagrado, lo eterno, la religión y el amor son el cebo
que se ofrece para morder en el anzuelo; la actitud y el progresivo despliegue
de la riqueza de la sustancia no deben buscarse en el concepto, sino en el
éxtasis, no en la fría necesidad progresiva de la cosa, sino en la llama del
entusiasmo.(5)
(a)
El nivel en que se halla presente el espíritu
de lo presente. La fenomenología es la ciencia de los niveles de la presencia.
Del presentarse lo presentado por presente en escrito, sus niveles; de los
niveles, la aparición. El aparecer
mismo, la transparencia, es éxtasis. [Ciencia de la conciencia de la
experiencia], hace de la conciencia el orden de la lectura; el escribirse de lo
escrito se anuncia como la adscripción de la lectura al puro placer de los
símbolos.
Interpretación
es la ley.[xvi]
Sí, allí,
la redención; el concepto de Ciencia de la Fenomenología
del Espíritu:
La filosofía, esencialmente, en el
elemento de lo universal, que lleva dentro de si lo particular, suscita más que
otra ciencia cualquiera la apariencia de que en el fin o en los resultados
últimos se expresa la cosa misma, e incluso se expresa en su esencia perfecta,
frente a lo cual el desarrollo parece representar, propiamente, lo no esencial.
Esto no lo es. Ciencia, su esencia, es
presentar lo no esencial. Esencial, el método, es la escritura misma; al método
se asiste. De la tierra todo espacio es el argumento: Urbanizar. De la
atemperancia los Bosques; el espacio, los mismos. Allí de sí la sentencia:
No ocupar, no ocupar, no ocupar.[xvii]
Allí
entonces el pedazo de tiempo que es el papel. Nada realmente. ¿La nada? Bueno,
la misma realidad. La diferencia es sólo diferente. El diferente de lo
diferente, lo diferido al diferir; Polibio de Megalópolis, comparación y
análisis de las constituciones de los Estados; la teoría de la forma:
De aquí la necesidad de mendigar el favor de los persas;[xviii]
de aquí la imposición de tributos sobre los insulares; de aquí, finalmente, se
siguió la exacción de dinero de toda la Grecia; como que ya se hallaban
persuadidos a que con solas las leyes de Licurgo no podían no digo imperar
sobre Grecia, pero ni aun emprender cosa considerable. Pero ¿a qué efecto esta
digresión? Para que los mismos hechos den a conocer que el gobierno de Licurgo
es suficiente por sí para la propia defensa del Estado, y para la conservación
de la libertad. Pues es preciso conceder
a los que aplauden la forma y constitución del gobierno lacedemonio, que en
cuanto a este punto, ni existe, ni ha existido jamás otro que se le iguale. Mas
si se ambiciona empresas mayores, si se tiene por glorioso y brillante aquello
de mandar a muchos súbditos, someter y señorear muchas provincias, y atraerse
sobre sí las miras y atención de todos; se debe confesar que la República de
Lacedemonia es defectuosa, y que la romana la lleva muchas ventajas, por poseer
una constitución más poderosa.
Los hechos mismos evidencian lo que digo. Los lacedemonios, por
aspirar al mando sobre la Grecia, estuvieron cerca de perder la libertad; los
romanos por el contrario, después de sujetada la Italia, sometieron en poco
tiempo todo el universo, contribuyendo no poco al logro de la empresa la
abundancia y facilidad que en sí mismos hallaron de proveerse de pertrechos.
(1)
La aniquilación que referimos[5] es
la que por ente acontece en presente de interpretarse por saber la exigencia
del método; su exigir “más allá de la vida sustancial que llevada el elemento
pensado” ha de someter lo comprendido interpretado al espectro claro y
delimitado de la certeza que la conciencia abriga- de la advertencia la
propiedad. Allí de sí el conocimiento, razón pura, por crítica del
entendimiento: CONOCIMIENTO. Cfr. Kant, Crítica
a la razón pura, Prólogo, primera edición:
Ahora, después de haber ensayado en vano todos los caminos (según
se cree), reina el hastío y un completo indiferentismo, madre del Caos y
de la Noche en las ciencias, pero también al mismo tiempo origen, o por lo
menos preludio de una próxima transformación e iluminación, si las ciencias se
han tornado confusas e inútiles por un celo mal aplicado.(A) Es inútil en
efecto querer fingir indiferencia ante semejantes investigaciones, cuyo
objeto no puede ser indiferente a la naturaleza humana. Esos
supuestos indiferentistas, en cuanto piensan algo, caen de nuevo
inevitablemente en aquellas afirmaciones metafísicas, por las cuales ostentaban
tanto desprecio, aun cuando piensen ocultarlas trocando el lenguaje de la
escuela por el habla popular. Esa indiferencia empero, que se produce en medio
de la prosperidad de todas las ciencias y que ataca precisamente aquella, a
cuyos conocimientos -si pudiéramos adquirirlos- renunciaríamos menos fácilmente
que a ningunos otros, es un fenómeno que merece atención y reflexión. Es
evidentemente el efecto no de la ligereza, sino del Juicio maduro de la época, que no se deja seducir
por un saber aparente;(B) es una intimación a la razón, para que emprenda de
nuevo la más difícil de sus tareas, la del propio conocimiento, y establezca un
tribunal que la asegure en sus pretensiones legitimas y que en cambio acabe con
todas las arrogancias infundadas, y no por medio de afirmaciones arbitrarias,
sino según sus eternas e inmutables leyes.(C) Este tribunal no es otro que la Crítica
de la razón pura misma.
(A)
El espíritu es una intimación a la
razón. La escolástica y toda terquedad academicista en el salvamento político
del poder Institucional de sus jerarcas.
(B)
Luego, del no dejarse seducir por un
saber aparente, la filosofía misma: FACULTAD DE LA RAZÓN EN GENERAL. El método
comparativo analítico de Kant, ello que remite por la experiencia de la razón
en general a la experiencia sintética de la unidad de apercepción, la presencia
efectiva de lo recién así llamado PURO, es la reefectuación por interioridad de
la aniquilación referida:
Por tal no
entiendo una crítica de los libros y de los sistemas, sino de la facultad de la
razón en general, respecto de todos los conocimientos a que esta puede aspirar independientemente
de toda experiencia; por lo tanto, la crítica resuelve la posibilidad o
imposibilidad de una metafísica en general, y determina, no solo las fuentes,
sino también la extensión y límites de la misma; todo ello, empero, por
principios.
Lo particular, su singularización por peculiaridad en el unidad,
no es, se presenta; ser es universalidad. Razón en general, conocimientos,
experiencias. Allí la analítica por principios: Inferiorizar de todo
acontecimiento el evento, la insurgencia de lo emergente.
(C)
Luego entonces este tribunal no es
otro que la Metafísica, que tiene por un lado una Física y por otro una Lógica.
Por razón pura entiéndase entonces tan sólo la misma atribución a la lógica
trascendental trascendente de la lógica general:
Por eso tiene la metafísica una rara fortuna, de la que no
participa ninguna otra ciencia de razón que trate de objetos (pues la lógica
ocúpase sólo de la forma del pensamiento en general); y es que si por medio de
esta crítica queda encarrilada en la marcha segura de una ciencia, puede
comprender enteramente el campo de los conocimientos a ella pertenecientes y
terminar por tanto su obra, dejándola para el uso de la posteridad, como una
construcción completa; porque no trata más que de principios de las
limitaciones de su uso, que son determinadas por aquellos mismos. A esa
integridad está pues obligada como ciencia fundamental, de ella debe poder
decirse: nil actum reputans, si quid superesset agendum.
Pero se preguntará: ¿cuál es ese tesoro que pensamos dejar a la
posteridad con semejante metafísica, depurada por la crítica, y por ella
también reducida a un estado inmutable? En una pasajera inspección de esta
obra, se creerá percibir que su utilidad no es más que negativa, la de
no atrevernos nunca, con la razón especulativa, a salir de los límites de la
experiencia; y en realidad tal es su primera utilidad. Ésta empero se torna
pronto en positiva, por cuanto se advierte que esos principios, con que
la razón especulativa se atreve a salir de sus límites, tienen por indeclinable
consecuencia, en realidad, no una ampliación, sino, considerándolos más
de cerca, una reducción de nuestro uso de la razón; ya que ellos
realmente amenazan ampliar descomedidamente los límites de la sensibilidad, a
que pertenecen propiamente, y suprimir así del todo el uso puro (práctico) de
la razón.
[Fundamental]
se determina a sí [verdadero en su investigación en filosofar]. De aquí mismo
se reivindica la exigencia contra toda escolástica por anquilosamiento de los
dispositivos académicos, más la ideología de la pureza, la transparencia de lo
claro, la voluntad de poder de la certeza de su tribunal, es ello mismo que por
allende la aniquilación impide el retorno confrontativo a la institución por
realidad de su confrontación metodológica: la experiencia en su imperio de fe;
del saber su asunción ideológica.
La razón
pura es la ideología de la sustancialidad; la sensibilidad una coacción.
Allí de sí
la intuición por Némesis:
Si la intuición tuviera que regirse por la constitución de los
objetos, no comprendo como se pueda a priori saber algo de ella. ¿Rígese
empero el objeto (como objeto de los sentidos) por la constitución de nuestra
facultad de intuición?, entonces puedo muy bien representarme esa posibilidad.
Pero como no puedo permanecer atenido a esas intuiciones, si han de llegar a
ser conocimientos, sino que tengo que referirlas, como representaciones, a algo
como objeto, y determinar este mediante aquéllas, puedo por tanto: o bien
admitir que los conceptos, mediante los cuales llevo a cabo esa
determinación, se rigen también por el objeto y entonces caigo de nuevo en la
misma perplejidad sobre el modo como pueda saber a priori algo de él; o
bien admitir que los objetos o, lo que es lo mismo, la experiencia, en
donde tan sólo son ellos (como objetos dados) conocidos, se rige por esos
conceptos y entonces veo en seguida una explicación fácil; porque la
experiencia misma es un modo de conocimiento que exige entendimiento, cuya
regla debo suponer en mí, aún antes de que me sean dados objetos, por lo tanto a
priori, regla que se expresa en conceptos a priori, por los que
tienen pues que regirse necesariamente todos los objetos de la experiencia y
con los que tienen que concordar. En lo que concierne a los objetos, en cuanto
son pensados sólo por la razón y necesariamente, pero sin poder (al menos tales
como la razón los piensa) ser dados en la experiencia, proporcionarán, según
esto, los ensayos de pensarlos (pues desde luego han de poderse pensar) una
magnífica comprobación de lo que admitimos como método transformado del
pensamiento, a saber: que no conocemos a priori de las cosas más que lo
que nosotros mismos ponemos en ellas.
El a
priori es justo no sabiendo de ella, si Kant no puede comprender como
comprender apriri sin representarse la situación por el objetivada, la
situación objetivada de su requerimiento ya es, es absoluto, la representación
misma de la intuición vengadora; ella misma que reposa por conocimiento en la
totalidad de los respectos metodológicos por auspicio de cantidad.
Abusos de
cantidad entonces.
Lo más por
lo menos y a esto se le nombra simplificar, después emerge en criterio de poder
para con la exigencia –obediencia y disciplina- y de allí formación
técnico-científica. ¿La investigación? No bueno, podría usted estar mimando los
principios de la INSTITUCIÓN EPISTÉMICA. Luego la EXPERIENCIA , o lo que es lo
mismo, OBJETOS; hace la aniquilación por esencia en la CATEGORÍA kantiana,
“modo de conocimiento que exige entendimiento, cuya regla debo suponer en mí,
aún antes de que me sean dados objetos”. De allí la presunción de tener y
disponer de RAZÓN PURA por establecimiento propio y natural del alma misma.
Todo lo demás es reconocimiento.
Allí
entonces todos los argumentos de Platón contra los poetas y la poesía.
Del deber
por tener que concordar la transformación radical de la doctrina de la idea en
interioridad ético-metodológica de la institución: disciplina.
La
aniquilación: no conocemos a priori de las cosas más que lo que nosotros mismos
ponemos en ellas.
¿Quién es
nosotros? ¿Qué significa [COSA]? Lo trascendente:
Si los
seres humanos requerimos apocalipsis por interpretaciones de la totalidad del
ente, nada natural acontece al espacio en ocaso.
(2)
El sentido de toda enunciación no
comienza y no se agota a la instancia determinante de un espacio-tiempo de
fundamento. La pretensión de la palabra no esta en el EXPLICAR el ente por
remisión de lo extraño suscitado al espectro técnico de lo reconocido en saber
y asumido por poder en fundamente a tanto cierto del principio. El habla emerge
por ser a su palabra; toda exigencia del método por saber de la presencia
efectiva en constatación material del respecto predicado, la idoneidad de la
sustancia, es la Tiranía.
Razón
pura, razón práctica, facultad del juicio, de sí siempre son la reinvindicación
del poder
y lo poderoso de la ejecución en sus acciones. Una hermenéutica negativa del
uso de la institución de saber por ejecutoria del Estado: Verdad.
(3)
La palabra habla, la verdad ignora.
Ciencia es lo develado.
(4)
Programa técnico operativo de las así
llamadas CIENCIAS DEL ESPÍRITU:
“[…]
ensamblar las diferenciaciones del pensamiento, reprimir el concepto que
diferencia e implantar el sentimiento de la esencia, buscando más bien
un fin edificante que un fin intelectivo.”
De allí la “religiosidad” por método que la dialéctica hegeliana
pre-cursa; cfr. la intencionalidad “técnica” de la obra declarada por Ranke,
Dilthey, Heidegger.
(5)
Religiosidad
es por el apocamiento de la palabra, misterio y sabiduría son más precisos al
fuego que llama.
El ubicarse de la doctrina en la consideración
lógico-enunciativa de la propiedad de identidad.
La consideración historiográfica que puede
considerar en tal región, para tales respectos, el ente en totalidad. Así
entonces, del Derecho, la institución científica mexicana:
Por eso hay algunas legislaciones que señalan un límite máximo de
tiempo para los contratos de trabajo. En los pueblos en que reina el trabajo
libre, todos los códigos reglamentan las condiciones de denuncia del contrato.
En algunos países, sobre todo en México (y, antes de la guerra norteamericana
de Secesión, en los territorios desmembrados de México como se ha hecho
también, en cuanto al fondo del problema, en las provincias del Danubio hasta
el destronamiento de Kusa), la esclavitud aparece disfrazada bajo la forma de peonaje.
Mediante anticipos que han de rescatarse trabajando y que se transmiten de
generación en generación, el peón, y no sólo él, sino también su familia, pasa
a ser, de hecho, propiedad de otras personas y de sus familias. Juárez abolió
el peonaje. Pero el titulado emperador Maximiliano volvió a restablecer esta
institución por medio de un decreto, que en la Cámara de representantes de
Washington hubo de ser denunciado acertadamente como el restablecimiento de
la esclavitud en México. “De mis especiales aptitudes y posibilidades de
actividad física y espiritual puedo ceder a otro un uso limitado en cuanto
al tiempo, pues, así delimitadas, se destacan de mi totalidad y
generalidad. Cediendo todo mí tiempo, concretado por el trabajo, y
la totalidad de mi producción, convertiría en propiedad de otro lo
sustancial de ella, mi actividad y realidad general, mi personalidad.” (Hegel.
Philosophie des Rechts, Berlín, 1840, página 104, S 67.)
Juárez abolió el
peonaje. ¡Guay! ¿Y qué fue la Revolución? ¿La historia de México? El
materialismo.
De allí entonces toda la iconología
revolucionaria. Luego la fotografía.
Del iconologicismo moderno, la
imposición de la imagen en el totalitarismo desde la absumición. Realidad entonces
contrapuesta a la imagen; el papel justo en la era de la revelación de la
imagen. Un anuncio platónico, una realización kantiana. Después las ficciones
post-realistas.[6]
Lo otro posa por lo igual, de la
igualdad la realidad, de la realidad lo original, del origen el mito.
¿Lo mismo? No, bueno.
República,
510c:
- Pues veamos
nuevamente;
será más fácil
que entiendas
si te digo
esto antes. Creo
que sabes que
los que se ocupan
de geometría
y de cálculo
su ponen lo
impar y lo
par, las figuras
y tres clases
de ángulos
y cosas afines,
según lo que
investigan
en cada caso.
Como si las
conocieran,
las adoptan
como supuestos,
y de ahí en
adelante
no estiman
que deban
dar cuenta
de ellas
ni a si mismos
ni a otros,
como si
fueran evidentes
a cualquiera; antes bien,
partiendo de ellas
atraviesan el resto
de modo consecuente,
para concluir
en aquello
que proponían al
examen.
-
Sí, esto lo sé.
-Sabes, por
consiguiente, que
se sirven de figuras
visibles y hacen
discursos acerca de
ellas, aunque
no pensando en
éstas sino
en aquellas
cosas a las
cuales éstas se
parecen, discurriendo en
vista al Cuadrado en sí y a la
Diagonal en
si, y no en
vista de la
que dibujan,
y así con lo
demás. De las
cosas mismas
que configuran
y dibujan
hay sombras
e imágenes en
el agua,
y de estas
cosas que dibujan
se sirven como
imágenes , buscando
divisar aquellas
cosas en si
que no podrían
divisar de otro
modo que con
el pensamiento.[BP9]
-
Dices verdad.
- A esto
me refería como
la especie inteligible.
Pero en
esta su primera
sección, el alma
se ve forzada
a servirse
de sus puestos
en su búsqueda,
sin avanzar-
hacia un principio,
por no poder
remontarse
más allá de
los supuestos.
Y para eso usa
como imágenes
a los objetos
que abajo
eran imitados.
y que habían sido
conjeturados
y estimados como
claros respecto
de los que
eran sus im itaciones.
-
Comprendo que te
refieres
a la geometría
y a las artes
afines.
-Compren
de entonces
la otra
sección de lo inteligible,
cuando afirmo
que en ella
la razón
misma aprehende,
por medio
de la facultad
dialéctica
, y hace
de los supuestos
no principios
si no realmente
supuestos ,
que son
como peldaños
y trampolines
hasta el
principio
del todo,
que es no supuesto,
y, tras aferrarse
a él, ateniéndose
a las cosas
que de él de penden,
desciende hasta
una conclusión,
sin servirse
para nada
de lo sensible,
sino de
Ideas,
a través
de Ideas
y en dirección
a Ideas,
hasta concluir
en Ideas.
Claro que con geómetras
siempre podemos negar sus principios y ellos no pueden - que no tienen- algo
que objetar. Nada. El supuesto que permite en este caso la alegoría es el
espacio, el allí donde la línea, la imagen misma, se suscita.
Matafísica, 1005b:
Por otra parte, lo conveniente es que quien más sabe acerca de cada genero sea
capaz de establecer los principios más firmes del asunto de que se ocupa[BP10] y, por tanto, que aquel cuyo conocimiento recae sobre
las cosas que son, en tanto que cosas que son, (sea capaz de establecer) [BP11] los principios mas firmes de todas las
cosas. Este es el filósofo.[xix]
El principio más firme de todos es, a su vez aquel acerca del cual
es imposible el error[BP12] .[xx] Y
tal principio es, necesariamente, el mas conocido (todos se equivocan, en
efecto, sobre las cosas que desconocen), y no es hipotético.[xxi]
No es, desde luego, una hipótesis aquel principio que ha de poseer quien
conozca cualquiera de las cosas que son. Y aquello que necesariamente ha de
conocer el que conoce cualquier cosa es, a su vez, algo que uno ha de poseer ya
necesariamente cuando viene a conocerla.[xxii]
Es, pues, evidente que un principio tal es el mas firme de todos.[xxiii]
Digamos a continuación cual es este principio: es imposible que
lo mismo se de y no se de en lo mismo a la vez y en el mismo sentido (y
cuantas precisiones habríamos de añadir, dense por añadidas frente a las
dificultades dialécticas). Este es el más firme de todos los principios, ya que
posee la característica señalada. Es, en efecto, imposible que un individuo,
quienquiera que sea, crea que lo mismo es y no es, como algunos piensan que
Heráclito dice. Pues no es necesario creerse también las cosas que uno dice. Y
es que si no es posible que los contrarios se den a la vez en lo mismo
(añadamos también a esta proposición las precisiones habituales), y si la
opinión que contradice a otra opinión es su contraria, es evidente que es
imposible que el mismo individuo crea que lo mismo es y no es. Quien se
engañara a propósito de esto tendría, en efecto, a la vez las opiniones
contrarias. Por eso, todos los que llevan a cabo demostraciones se remiten, en
ultimo término, a este convencimiento: porque por naturaleza, el es principio
también de todos los demás axiomas.
Metafísica, 1012a:
Parece, por otra parte, que la doctrina de Heráclito, al afirmar
que todas cosas son y no son, hace que todas sean verdaderas, mientras que la
de Anaxágoras, al afirmar que hay un término medio entre los contradictorios,
hace que todas las cosas sean falsas.(a) En efecto, cuando están mezcladas, la
mezcla no es ni buena ni no-buena y, por tanto, nada verdadero puede decirse.
(1)
La doble condición de estilo en quien
la totalidad por decurso del trascurso significante, prescribe de la
institución el saber del ser: Aristóteles, Kant.
Saber
del ser, su exponer, es a razón de ser, su constitución metódica: del método el
mostrar, mostrarse y ser mostrado.
Más
así de ello toda muestra habita por totalidad el decurso significante del todo.
(2)
A esta cuádruple raíz del
estructurarse Hegel a la institución del concepto de la lógica no elide sino
posesiona de sí el hay del haber al sí de lo mismo en su inscribirse del ser
por totalidad en ente y entidad.
(3)
La pregunta por el ser ante la
mundanidad del mundo.
Toda
totalidad, apercepción y pregunta por el todo en sí al ser, pregunta del mundo
a la internación de sus respectos. La abstracción no es ni puede ser el
llevarse el preguntar por absoluto de la totalidad a un más allá significante
que disponga de la trascedentalidad la voluntad por concreción de los respecto
últimos significantes del principio.
(a)
Al medio se prosecute que la mónada,
el hecho de ser ella en su totalidad falsa, aún deposita ella en no ser la
palabra. ¿Cómo habitas la interioridad de una palabra? Estructura, habla el
habla.
¿Qué hace entonces de la historiograficidad la lingüística que
sucede a Saussure? Benveniste:
A menudo ha sido subrayado el carácter
exclusivamente histórico que daba su carácter a la lingüística durante todo el
siglo XIX y principios del XX. La historia como perspectiva necesaria y la
sucesividad como principio de explicación, la fragmentación de la lengua en
elementos aislados y la búsqueda de leyes de evolución propias de cada uno:
tales eran los caracteres dominantes de la doctrina lingüística. Se reconocían,
sí, principios de muy otra naturaleza, como el factor analógico, que puede
trastornar la regularidad de la evolución, pero en la práctica ordinaria la
gramática de una lengua consistía en una tabla del origen de cada sonido y de
cada forma. Era consecuencia, a la vez, de la inspiración evolucionista que
penetraba en aquel entonces todas las disciplinas, y de las condiciones en que
la lingüística nació. La novedad del punto de vista saussuriano, uno de los que
más hondamente han actuado, fue adquirir conciencia de que el lenguaje en sí
mismo no incluye ninguna dimensión histórica, que es sincronía y estructura, y
que no funciona sino en virtud de su naturaleza simbólica.(1) No es tanto la
consideración histórica la que es por ello condenada, sino cierta manera de
"atomizar" la lengua y mecanizar la historia. El tiempo no es el
factor de la evolución; es nada más el marco.(2) La razón del cambio que afecta
a tal o cual elemento de la lengua está por una parte en la naturaleza de los
elementos que la componen en un momento dado, por otra en las relaciones de
estructura que hay entre dichos elementos. La verificación bruta del cambio y
la fórmula de correspondencia que la resumen ceden el lugar a un análisis
comparado de dos estados sucesivos y de los arreglos diferentes que los caracterizan.
La diacronía queda entonces restablecida en su legitimidad, en tanto que
sucesión de sincronías. Esto pone ya de relieve la importancia primordial de la
noción de sistemas y de la solidaridad restaurada entre todos los elementos de
una lengua.
(1)
El no incluir ninguna dimensión histórica es
tan sólo ser historicidad y nada más.[7]
(2)
De la ideología del tiempo físico por respecto
de la totalidad, el tiempo a su carácter epistemológico.
Con la
caracterización provisional del objeto temático de la investigación (ser del
ente o, correlativamente, sentido del ser en general), pareciera ya estar bosquejado también su método. Destacar el ser
del ente y explicar el ser mismo, es la tarea de la ontología. Pero, el método
de la ontología resulta altamente cuestionable si se quiere recurrir a
ontologías históricamente legadas o a tentativas análogas.
Como en esta
investigación el término ontología se usa en un sentido formalmente amplio, la
vía para la aclaración de su método siguiendo el curso de su historia se nos
cierra por sí misma. Con el uso del término ontología no estamos proponiendo
tampoco una determinada disciplina filosófica entre otras. No se trata de
responder a las exigencias de una disciplina ya dada, sino al revés: de que a
partir de las necesidades objetivas de determinadas preguntas y de la forma de
tratamiento exigida por las “cosas mismas”, podría configurarse tal vez una
disciplina.
Con la pregunta
conductora por el sentido del ser, la investigación se encuentra ante la
cuestión fundamental de toda filosofía. La forma de tratar esta pregunta es la fenomenológica.
Lo que no quiere decir que este tratado se adscriba a un “punto de vista”
ni a una “corriente” filosófica, ya que la fenomenología no es ninguna de estas
cosas, ni podrá serlo jamás, mientras se comprenda a sí misma. La expresión
“fenomenología” significa primariamente una concepción metodológica.
No caracteriza el
qué de los objetos de la investigación filosófica, sino el cómo de ésta.
Cuanto más genuinamente opere una concepción metodológica y cuanto más
ampliamente determine el cauce fundamental de una ciencia, tanto más
originariamente estará arraigada en la confrontación con las cosas mismas, y
más se alejará de lo que llamamos una manipulación técnica, como las que
abundan también en las disciplinas teóricas.
El término
“fenomenología” expresa una máxima que puede ser formulada así: “¡a las cosas
mismas!” —frente a todas las construcciones en el aire, a los hallazgos
fortuitos, frente a la recepción de conceptos sólo aparentemente legitimados,
frente a las pseudopreguntas que con frecuencia se propagan como “problemas” a
través de generaciones. Pero, podría objetarse que esta máxima es demasiado
obvia y que, por otra parte, no hace más que expresar el principio de todo
conocimiento científico. Y no se ve por qué esta trivialidad haya de incluirse
explícitamente como característica de una investigación. Efectivamente, se
trata de “algo obvio”, y esta cosa obvia la queremos ver de cerca, en la medida
en que con ello podamos ilustrar el procedimiento de este tratado.
[1] La
gramática, primer paso de la propiedad, es quien fija por totalidad los
respectos. Cuento del tiempo amanecer y escuchar. Su propuesta única, dar leyes
a las figuras correctas de las formas apropiadas desde las formas inapropiadas
es todo, lógica, no más. El habla de Saussure al respecto de lo correcto, la
posibilidad categórica de la incorrección, lo que asienta por totalidad el
sistema, es miseria del alma.
El alma es del habla su propiedad en sentido.
[2] Ya
antes de las formas, antes de las figuras correctas, la filología comprende que
por toda figura es sólo uno en su sanción, uno en corrección o incorrección, el
texto. Al texto subyace la escritura, detrás el sujeto y el objeto de su
trabajo. Sólo a sí y en sí a quienes pertenece en propiedad el carácter general
de la comprensión. Se trata de una instrucción –y ciertamente su instrumento-
en metódica, la medida.
Apercepción, la comprensión, es corrección o
incorrección de la figura en la apropiación de propiedad de forma. Toda forma
es el Mundo.
Comprender comprendiendo lo comprendido del
comprender.
Lo apercatado comienza en el texto; la gramática
presupone el trabajo de la lectura; encuentra
ahí el signo por transparencia. De la transparencia lo que no puede
“ver” lo elide. Lo “visto” por lo visto, es sólo un habla figurativa.
El transcurso de los implementos descritos y
suscitados por identidad al relato de la historiograficidad transcrita por
Foucault en su arqueología, ente la debacle figurativa de las apercepciones de
experiencia en su transposición lingüística por Hayden White –la metahistoria-,
posan por baza del fiel de su justicia la misma balanza.
[3] El
cruce de los implementos de ambas tradiciones y ambos contextos.
[4]
Una construcción al tacto de las políticas filológicas de las colonias europeas
en el sureste asiático y el subcontinente indio; ahí de sí la aplicación
paradigmática del modelo técnico de contextura y comprensión de la mónana
apercatada por unidad trascendental de la gramática griega.
[5] El
saber que de saber reclama la uniformación del
lenguaje y de ello persigue la aniquilación de una [experiencia original]. Proceso. Cfr. Franz Kafka, Alfred North Whitehead y
Julio Scherer.
[6]
Krause.
[7] La
historicidad no es, es ser historicidad la historicidad. La historicidad no es,
es ser historicidad.
[i]
La estupidez práctica de la signficación material es el tiempo, espacio de la
apertura de significación en signficatividad. Así Wittgenstein sobre el tiempo:
2.0121
Aparecería, por así decirlo, como un accidente si a una cosa capaz de existir
por sí misma pudiese subsecuentemente convenirle un estado de cosas. Si las cosas pueden entrar en un hecho
atómico, esta posibilidad debe estar ya en ellas. (Algo lógico no puede ser sólo-posible. La
lógica trata de toda posibilidad y todas las posibilidades son sus hechos.)
Lo
mismo que no nos es posible pensar objetos espaciales fuera del espacio y
objetos temporales fuera del tiempo, así no podemos pensar ningún objeto
fuera de la posibilidad de su conexión con otros.
Si yo
puedo pensar el objeto en el contexto del hecho atómico, no puedo, sin embargo,
pensarlo fuera de la posibilidad de ese contexto.
La estupidez práctica en
propiedad:
2.0251
Espacio, tiempo y color (cromaticidad) son formas de los objetos.
Allí de sí la descripción de toda
experiencia, la remisión de la totalidad lógica del estado de cosa al
acontecimiento de la apercepción en términos del apercatar, el ser-sido
apercatado del percibiente. Allí de sí cualquier incepción a la
significatividad de la prosa de Kerouac para con el lector; hacer de la prosa
así lo que la bencedrina, la heroína, otras drogas fuertes comprenden por
permitir y cabalgar. Es Parménides al frente del palacio de la Diosa.
El tiempo es entonces la condición tautológica
del lenguaje; la institución lógica, la contradicción que emplaza del cierre
por giro de la apertura a lo verdadero, la magnitud de la idea al rosar.
4.461
La proposición muestra aquello que dice; la tautología y la contradicción
muestran que no dicen nada.
La
tautología no tienen condiciones de verdad, pues es incondicionalmente
verdadera; y la contradicción, bajo ninguna condición es verdadera.
La tautología y la contradicción
carecen de sentido.
(Como el punto del cual parten dos
flechas en direcciones opuestas.)
(Yo
no sé, por ejemplo, nada sobre el tiempo, cuando yo sé que llueve o no llueve.)
Lo rosado, no bueno.
[allí de sí la estupidez, asumir la palabra
poética por cosa]
[ii] Poder. Esta gesta por tal es la construcción
de universal. La matafísica crítica kantiana hace el ente en totalidad al
instante de presencia efectiva que nombramos experiencia. ¿El nombrar? la razón
¿Lo nombrado? No bueno, el nombre que por razón, lo nombrado al nombrar, se
encuentra y reivindica ¿El nombrarse de lo nombrado? Fenómeno, el respecto que
recién así es encuentra. ¿Lo encontrado, lo nombrado al nombrar? El yerro
mismo, noumeno lo nombra Kant, y entonces no pregunte usted algo mas que
estamos ante lo naturalizado por legalidad de una alegoría, sus posibilidades
de condición. Allí así depuesta la Ciencia, ciega para con la estructura de
emplazamiento: antropologicismo en signo por todo la medida.
Sólo ahí el tiempo se emplaza el
horizonte general del sentido del ser del ente, después el mal.
[iii]
Allí donde la poesía, la filosofía misma, son concebidas por manifestaciones
superiores de la cultura, no son concebidas por nada, son una basura; luego
viene el analista a ellas por un campo develado de aserción y poder de
denominación. Quítese entonces la bicoca de aparato en que su justicia del
mundo reivindica para “Cultura” de ello que en espíritu el poema, el filosofar
en sí mismo es. El emplazamiento de la teoría epistemológica emerge al interior
significante de la razón pura por crítica en objetivo. Crítica es la practicidad
de un principio; se desplaza el comienzo, se desplaza el principio, se desplaza
el juicio que la crítica se dezplaza.
El desplazamiento de la crítica desplaza.
[la forma, en la institución de su tribunal]]
La razón pura es el tribunal de la forma. Crítica
a la razón pura, §1, Definición:
Principios prácticos son proposiciones
que contienen una determinación universal de la voluntad que tiene bajo sí
varias reglas prácticas. Son subjetivas o máximas cuando la condición es
considerada por el sujeto como válida solamente para su voluntad; objetivos o
leyes prácticas, cuando la condición se reconoce como objetiva, esto es, válida
para la voluntad de todo ser racional.
[iv]
¿Cómo constituye la lingüística el lenguaje?
Podrías contestar, no, es el lenguaje quien
constituye a la lingüística, más entonces dirías que el lenguaje no es esa
presencia efectiva sino la presencia estable donde por ser se remontan en
identidad la totalidad de nuestros respectos técnicos para referirnos por
concepto, término, materia y forma, a la entidad del ente.
Allí se salvaguarda la metafísica en el
referente técnico de su nombrarse, el acontecimiento propicio de la esencia
misma que nombra. Lingüística es la estructura misma del todo.
Ciencia de la lexis, ciencia de la lengua, ciencia
del habla.
El lenguaje, así luego que eso que yo pregunto
pregunta por la lengua, y que la lengua, a la indistinción de temporalidades
entre presencia efectiva y presencia estable –diacronía sincronía-, de los
argumentos la acronía se impone por razón de las letras.
Hablas entonces de lengua, lenguaje,
lingüística y filosofía. Cuatro regiones, cuatro nombrarses. Bien, no hay
poder, no hay canto.
Lengua, lenguaje, lingüística y filosofía,
delegaciones.
[v]
Positivismo. Cfr. Heidegger, Ser y tiempo, §.3:
Conceptos
fundamentales son aquellas determinaciones en que la región esencial a la que
pertenecen todos los objetos temáticos de una ciencia logra su comprensión
preliminar, que servirá de guía a toda investigación positiva. Estos conceptos
reciben, pues, su genuina justificación y “fundamentación” únicamente a través
de la previa investigación de la región esencial misma. Ahora bien, puesto que
cada una de estas regiones se obtiene a partir de un determinado sector del
ente mismo, esa investigación preliminar que elabora los conceptos
fundamentales no significa otra cosa que la interpretación de este ente en
función de la constitución fundamental de su ser. Semejante investigación debe
preceder a las ciencias positivas; y lo puede. El trabajo de Platón y
Aristóteles es prueba de ello. Esa fundamentación de las ciencias se distingue
principalmente de aquella “lógica” zaguera que investiga el estado momentáneo
de una ciencia en función de su “método”.
La
fundamentación de las ciencias es una lógica productiva, en el sentido de que
ella, por así decirlo, salta hacia adelante hasta una determinada región de
ser, la abre por vez primera en su constitución ontológica y pone a disposición
de las ciencias positivas, como claras indicaciones para el preguntar, las
estructuras así obtenidas. Así, por ejemplo, lo filosóficamente primario no es
la teoría de la formación de los conceptos de la historia, ni la teoría del
conocimiento histórico, o la teoría de la historia como objeto del saber histórico,
sino la interpretación del ente propiamente histórico en función de su
historicidad. De igual modo, el aporte positivo de la Crítica de la razón
pura de Kant no consiste en haber elaborado una “teoría” del conocimiento,
sino, más bien, en su contribución a desentrañar lo que es propio de una
naturaleza en general. Su lógica trascendental es una lógica material a
priori para la región de ser llamada naturaleza. Pero semejante
cuestionamiento —que es ontología, en su sentido más amplio, y con independencia
de corrientes y tendencias ontológicas— necesita, a su vez, de un hilo
conductor. El preguntar ontológico es ciertamente más originario que el
preguntar óntico de las ciencias positivas. Pero él mismo sería ingenuo y opaco
si sus investigaciones del ser del ente dejaran sin examinar el sentido del ser
en general. Y precisamente la tarea ontológica de una genealogía no
deductivamente constructiva de las diferentes maneras posibles de ser, necesita
de un acuerdo previo sobre lo “que propiamente queremos decir con esta
expresión ‘ser’”.[Z]
Esta confrontación, la objeción por sujeto de
la objeción, la confrontación histórica,
La totalidad.
Términos de la estructura de emplazamiento de
la Genealogía de la moral de Nietzsche.
[El presentarse por razón, la evidencia. La
claridad de lo claro. La ciencia dice “Cállese, escuche y obedezca.)
Su significar la función y el argumento:
escenificar: Yo sé. [qué personaje de la ficción]
Todo acontecimiento es ficción. Toda ficción
es realidad.
Vivir
la vida, existenciaridad, es otra cosa, es otra cosa, es otra cosa.
[vi]
A su retorno así también el mito, más de ello así también la variable toda. Antropología
de la vida diaria, después la nausea o la fría agonía. Cfr. Fenoménica, p. 24 y 25.
[vii]
Lectura, comprensión, interpretación, son categorización de categorialidad.
Allí recién de ellas toda condición dialéctica.
[viii]
Fenómeno, a la fenoménica en curso para el tránsito del siglo XIX al XX,
condición análoga al respecto de otras disciplinas de las ciencias sociales. El
hecho, doctrina de trance en hermenéutica de análisis a las instituciones del
saber:
El
hecho, interior de la significación del evento, es la contextura de su
elaboración, único escenario dispuesto y disponible a la significatividad de
los acontecimientos que una representación historiográfica estatuye.
El
hecho, único escenario, es unidad de ser en entidad atenido por espacio-tiempo
al ethos del representarse.
Por
categoría, pretensión trascendental de la propiedad de su conocimiento, el
hecho estatuye la legitimidad de los procedimientos técnicos de designación y
asignación de sentido para con los datos de conferencia en quien instituye el
método el sentido de sus predicaciones, las sustancias del discurso.
Por
la predicación el hecho es apropiación metodológica de las designaciones y
asignaciones en curso para el sentido y reconocimiento de la experiencia en
comprobación de categorías analógicas de identidad; ser por objeto.
Hecho, en conferencia de observación, es una
palabra, concepto eventual poseedor por sí del mismo carácter trascendental que
posee cualquier otro fenómeno, cualquier otra temporalidad, una
trascendentalidad pura que por esencia es la unidad misma del poder a su
voluntad: representación.
El
irse del ser-ahí en la cuestión ontológica, a la distinción del sí mismo del
historiador para el levantamiento referencial de la historicidad reflexiva del
propio pensarse, estatuye el HECHO. La dimensión histórica es una idealidad.
La
ciencia no es el conocimiento respecto a algo, ciencia es el fruto metodológico
de una investigación, la sujeción por objeto de la materia en idea, verdad.
Materia
es función, idea argumento.
Allí
se nombra, define y conceptúa. Después la experiencia.
¿la
epistemología?
El
terrible juego que jugamos todos –ciertamente algunos-
De
estar en perpetuidad al borde del convencimiento,
Sí,
una prueba más de A
Una
prueba más de B
Una
prueba más de C.
Triste
el silencio quien lo mira,
Abecedarios
jugamos todos- ciertamente algunos-;
Otros
gobiernan.
Marx, el Capital, la institución científica:
Mediante el análisis de las
actividades manuales,(1) la
especificación de los instrumentos de trabajo, la formación de obreros
parciales, su agrupación y combinación en un mecanismo complejo, la división
manufacturera del trabajo crea la organización cualitativa y la
proporcionalidad cuantitativa de los procesos sociales de producción;(2) es
decir, crea una determinada organización del trabajo social,
desarrollando con ello, al mismo tiempo, la nueva fuerza social productiva del
trabajo. Como forma específicamente capitalista del proceso social de
producción(3) –que, apoyándose en las bases preestablecidas, sólo podía
seguirse desarrollando bajo la forma capitalista–, esta organización no
es más que un método especial de creación de plusvalía relativa, un
procedimiento para incrementar las ganancias del capital –la llamada riqueza
social, "riqueza de las naciones", etc. – a costa de los
obreros.(4) Este método no sólo desarrolla la fuerza productiva social del trabajo
para el capitalista exclusivamente, en vez de desarrollarla para el obrero,
sino que, además, lo hace a fuerza de mutilar al obrero individual.(5) Crea
nuevas condiciones para que el capital domine sobre el trabajo.(6) Por tanto,
aunque por un lado represente un progreso histórico y una etapa necesaria en el
proceso económico de formación de la sociedad, por otro lado es un medio de
explotación civilizada y refinada.(7)
La economía política, que no aparece
como verdadera ciencia hasta el período de la manufactura, no acierta a enfocar
la división social del trabajo más que desde el punto de vista de las
división manufacturera del trabajo como un medio para producir con la
misma cantidad de trabajo más mercancías, con el consiguiente abaratamiento de
éstas y, por tanto, una mayor celeridad en la acumulación del capital.(8) Esta
acentuación de la cantidad y del valor de cambio contrasta de un
modo notable con la posición mantenida por los autores de la Antigüedad
clásica, quienes insistían exclusivamente en la calidad y en el valor de uso.(9)
La diferenciación entre las ramas de producción social hace que las mercancías
se fabriquen mejor; los diversos instintos y talentos de los hombres buscan
campo apropiado para desenvolverse, y, sin restringirse es imposible hacer
nunca nada importante.(10) Por tanto, la división del trabajo perfecciona el
producto y el productor.(11) Y sí a veces se apunta también al incremento del
volumen de productos, es aludiendo siempre a la mayor abundancia de valores de
uso. No habla para nada del valor de cambio, del abaratamiento de
las mercancías.(12) Este punto de vista del valor de uso es el que impera tanto
en Platón,(13) para quien la división del trabajo constituye la base sobre que
descansa la diferenciación social de las clases,(14) como en Jenofonte que, con
su instinto burgués característico, se va acercando ya a la división del
trabajo dentro del taller. La República de Platón, en lo que se refiere
a la división del trabajo, como principio normativo del Estado, no es más que
la idealización ateniense del régimen egipcio de castas; para algunos
autores contemporáneos de Platón, como, por ejemplo, Isócrates. Egipto era el
país industrial modelo, rango que todavía le atribuían los griegos en la época
del Imperio romano. (15)
Durante el verdadero período de la
manufactura, o sea, el período en que ésta se erige en forma
predominante del régimen capitalista de producción, tropieza con toda una serie
de obstáculos que se oponen a la plena realización de sus tendencias.(16) Como
veíamos, la manufactura, además de implantar una organización jerárquica entre
los obreros, establece una división simple entre obreros expertos e inexpertos;
pues bien, a pesar de esto, la cifra de los segundos queda notablemente
contrarrestada por la influencia predominante de los primeros.(17) La
manufactura adapta las operaciones especiales al diverso grado de madurez,
fuerza y desarrollo de su órgano vivo de trabajo,(18) viéndose por tanto
impulsada a la explotación productiva de la mujer y del niño. No obstante, esta
tendencia choca, en general, con los hábitos y la resistencia de los obreros
varones. La descomposición de las faenas manuales reduce los gastos de
formación, y por tanto el valor de los obreros no obstante, los trabajos de
detalle más difíciles exigen una época más larga de aprendizaje, que los
obreros defienden celosamente aun en aquellos casos en que es inútil. Así por
ejemplo, en Inglaterra las laws of apprenticeship, con sus siete años de
aprendizaje, se mantienen en vigor íntegramente hasta fines del periodo
manufacturero, hasta que la gran industria viene a arrinconarlas.(19) Como la pericia
manual del operario es la base de la manufactura y el mecanismo total que
en ella funciona no posee un esqueleto objetivo independiente de los
propios obreros, el capital tiene que luchar constantemente con la
insubordinación de los asalariados.(20)
"La naturaleza humana –exclama el amigo Ure– es tan imperfecta, que
los obreros más diestros son también los más tercos y los más difíciles de manejar,
y por tanto los que mayores daños infieren al mecanismo global con sus cabezas
alocadas." Por eso, a lo largo de todo el periodo manufacturero resuenan
las quejas de los patronos acerca de la indisciplina e insubordinación de los
obreros. Y si no poseyésemos los testimonios de autores de la época, los
simples hechos de que desde el siglo XVI hasta la época de la gran industria el
capital fracasase en su empeño de absorber todo el tiempo de trabajo disponible
de los obreros manufactureros y de que las manufacturas tengan siempre una vida
corta, viéndose obligadas por las constantes inmigraciones y emigraciones de
obreros a levantar su sede de un país para fijarla en otro, hablarían con la
elocuencia de muchos volúmenes. "¡Hay que poner orden, sea como fuere!",
clama en 1870 el autor del Essay on Trade and Commerce, tantas veces
citado. Y la palabra ¡orden!, resuena
años más tarde como un eco, en labios del doctor Andrew Ure. Es el
"orden" que se echaba de menos en la manufactura, basada en "el
dogma escolástico de la división del trabajo", y que, por fin, creó
Arkwright.(21)
(1)
Lo elidido al respecto del análisis,
la posibilidad de condición de la analítica, es, de la creación de los procesos
sociales de producción, sus fundamentos político-administrativos: Estado,
Derecho. [cfr. La ciencia del Estado en Marx] “[…] crea una determina
organización de trabajo social, desarrollando con ello, al mismo tiempo, la
nueva fuerza social productiva de trabajo”. Tanto la organización de trabajo
social como el desarrollo de la nueva fuerza social productiva de trabajo
trasladan por esencia de su determinación el vacío que en elisión el
acontecimiento del evento, la estructura de emplazamiento, emplaza por
estructura en abismo: escritura.
(2)
[Capitalismo] es forma del proceso
social de producción, [proceso social de producción] es desarrollo subjetivo
–argumental- de la forma Capitalismo por función de comprensión. El capitalismo
es algo más que se elide, la dialéctica de las actividades manuales es la
elisión de la temporalidad de la acción en la temporación manual. De la elisión
la comprensión de las [bases preestablecidas] es el propio elidirse por
significatividad de la totalidad en significación. Para con la analítica la
comprensión de las bases preestablecidas es la temporalidad de la
[manufactura], la historiograficidad de su [periodo]. La formación analítica
[división manufacturera del trabajo] es una figura ideológica, idealiza la
materia y la fetichiza en naturaleza; recién así la historicidad descrita,
analizada e interpretada en correlato argumental de la función fetichista:
praxis Cfr. La analítica existenciaria del ser a la mano, Ser y tiempo, §. 15:
El comportamiento
“práctico” no es “ateorético” en el sentido de estar privado de visión, y su
diferencia frente al comportamiento teórico no consiste solamente en que aquí
se contempla y allí se actúa y en que el actuar, para no quedarse a
ciegas, aplica un conocimiento teórico; por el contrario, la contemplación es
originariamente un ocuparse, así como el actuar tiene también su propia visión.
El comportamiento teorético es un puro e incircunspecto mirar‐hacia. No por ser
incircunspecto, el mirar‐hacia carece de reglas; sino que él se da su canon en
el método.
Lo a la mano no
es conocido teoréticamente ni es primeramente temático ni siquiera para la
circunspección. Lo peculiar de lo inmediatamente a la mano consiste en
retirarse, por así decirlo, “a” su estar a la mano para estar con propiedad a
la mano. Aquello con lo que ante todo tiene que habérselas el trato cotidiano
no son tampoco los utensilios, sino que lo que primariamente nos ocupa y está
por ende a la mano, es la obra misma, lo que en cada caso tiene que ser
producido. Es la obra la portadora de la totalidad remisional dentro de la cual
el útil comparece. La obra que se quiere producir, y que es el para‐qué del
martillo, cepillo y aguja, tiene, por su parte, el modo de ser del útil. El
zapato es para llevarlo (útil zapato), el reloj, para ver la hora. La obra que
comparece con prioridad en el trato de la ocupación —la que se elabora— hace
comparecer conjuntamente, en el uso al que por esencia está destinada, el
para‐qué de su empleabilidad. Por su parte, la obra ya hecha sólo es en
base de su uso y del complejo remisional de entes descubiertos en éste.
(3)
Lógica
antrópica de las comunidades políticas.
(4)
Despotismo
ilustrado de la economía política. Allí después la comunicación y sus circuitos
de ideal en asignación de crédito, tiempo y recursos. A la analítica su
interioridad es cuantimetría; luego, por su poder gobierno en la sustancia de
los discursos.
(5)
Ciencia.
(6)
Tautología,
es la historia misma. La forma, la doctrina de la forma, el idealismo, su
ciencia, el materialismo, no permiten interpretar la historicidad a la
apropiación de su comprensividad. No hay [explotación] ni refinamiento. La
Civilización, lo civilizado mismo, es el Nihilismo.
(7)
En
la economía-política pre-marxiana, el tiempo, la temporalidad, la temporación y
la temporización aparecen; su aparecer es al respecto cualitativo de su
emergencia; física es la apropiación técnica por concepto de la temporación. El
pensamiento anglosajón sigue, de facto, anclando la categorialidad de sus
respectos en tal emplazamiento de estructura.
(8)
La
[cantidad] y el [valor de cambio] son arroyos epistémicos en desarrollo del
instrumento analítico del método. Del instrumento por arroyo la técnica
económica del instrumentar [doctrina y ciencia de los quanta, la CONTABILIDAD],
un disponer para la producción del ser por tiempo en trabajo. [cfr. Hegel sobre
el comercio del trabajo y de allí la analítica de las formas de apropiación de
capital] [El capital mismo es sólo un “libro”] [Evidentemente “libro” no
sabemos qué significa].
(9)
La
contabilidad es el saber del ente por entidad en totalidad. Allí los números y
el tiempo.
(10) Después los
institutos tecnológicos, las escuelas bancarias, mercantiles y comerciales. El
desarrollo de la analítica por los respectos teóricos de las praxis arroyada
por papel en instrumento [siglo XX]
(11) Al
contra-espectro del arroyo los socialismos, el sindicalismo y la política de
juego laboral de las oligarquías.
Allí de sí el
simulacro, el personajeo y la confrontación de estrategias. [WW I, WW II,
Guerra Fría]
(12) Democracia y
logística de partidos. De la República, por totalidad, la muerte de la
filosofía es el Comunismo. [de la tipología la totalidad por forma, la entidad,
el imperio de los quanta][allí de sí la dialéctica en historicidad, después el
método]
(13) Una inscripción
de voz en nada por la Extranjería. El extranjero en Atenas con Teeteto
explicando el acontecimiento técnico del evento por forma, la comprensión de
Sólón por los egipcios de la contabilidad en escritura de escena por respecto
político de la mítica. Allí entonces, cfr. Camus sobre la estrategia comunista,
el internacionalismo y la condición trascendental de la Nación en el arroyo
histórico del Capitalismo por humanidad.
(14) Elisión absoluta
de la historiograficidad en explicación.
(15) La metafísica en
confrontación a ella por historia.
(16) Manufactura, no
mercancía, el ente en totalidad. Allí el colocarse de la analítica de
estrategia en los respectos de obediencia a la entidad del ente y la absumisión
del respecto por decisión de la esencia de la verdad; al socialismo, la
disciplina de una doctrina –ilusión, luego ¡Revolución por ideologías!
(17) La Lógica misma
en su comprensión técnico-científica. Luego el poder y la tecnología de guerra.
En el entretenimiento de medios, la propaganda en su capitalización de la
voluntad de servicio en la Dialéctica [cfr. Alemania Nazi ante la U.R.S.S. a la
sucesión de juego político de estrategia con Stalin; después de Stalin decurso
de los totalitarismos]
(18) Constructividad
de todo el sistema educativo contemporáneo. Allí las Universidades, los amos y
los maestros. Después la dialéctica y la advertencia de Parménides para todo
aprendiz y aprendizaje. [en México, el perfil de las estructuras de la Nación]
[Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas] [Samuel Ramos]
(19) Allí la moral por
aparato de cultura. Luego así el orientalismo del esquema.
(20) Kant y todo
positivismo, es un orientalismo.
[ix]
En la edad del Mundo, el acontecer de los historiadores. ¿Qué increpancia se
encuentra confrontada con el lector y el diálogo que emplaza por condición de
suspensión en el entretenimiento.
Así después la filosofía:
Es
fácil confundir los argumentos de función con los índices de nombres. En
efecto, tanto por el argumento como por el índice se reconoce el significado
del signo que le contiene. Así, por
ejemplo, en «+c» de Russell, «c» es un índice que indica que el signo entero es
el signo de adición para los números cardinales. Pero esta designación depende
de un acuerdo arbitrario y se puede, pues, elegir un signo simple en vez de
«+c». pero en «-p» «p» no es un índice, sino un argumento; el
sentido de «-p» no puede entenderse si no se ha entendido
previamente el sentido de «p». (En el nombre de Julio César, «Julio» es
un índice. El índice es siempre parte de una descripción del objeto, a cuyo
nombre va , el César de la familia Julia.)
Que
usted no entienda que los argumentos de función sean sólo acuerdos arbitrarios;
prescribe del poder en el acuerdo, la convención de no hacer variar la arbitrariedad;
suscribir la presencia por presencialidad. ¿Quién es aquel que puede variar la
arbitrariedad en la supremasía?
Suspención.
Prespensión,
perspectiva. El elidirse de la diferencia en la integridad transhistórica de
significancia de suspensión.
De
la supremasía, la hegemonía; la talasocracia, de la talasocracia; el invocador
para palabra del hablante.
[x]
Para Aristóteles esto constituye toda una ciencia con método y una práctica de investigación
diferida.
¿Cuál es la ciencia de la diferencia?
[xi]
Instituciones del arte, instituciones de la técnica.
[xii]
Comprendida por ser del ente en totalidad: sentido. Allí la exacción para el
concepto en idea.
De la poesía griega a la poesía alemana.
A la razón y lo que queda más allá de la
razón, la imagen ideada, el poetizarse de los compañeros:
Michel Houellbecq, El mundo como supermercado,
El absurdo creador:
Structure du
langage poetique [Estructura del lenguaje poético] cumple los criterios de
seriedad de la Universidad; lo cual no tiene por que ser forzosamente una
critica. Jean Cohen observa en su libro que la poesia se permite considerables
desviaciones comparada con el lenguaje prosaico, ordinario, el que sirve para
transmitir informacion. Emplea constantemente epitetos no pertinentes (≪crepusculos blancos≫, Mallarme; ≪negros
perfumes≫, Rimbaud). No se
resiste al placer de lo obvio (≪No
lo desgarres con tus dos manos blancas≫,
Verlaine; el espiritu prosaico se rie burlon: .acaso ella tenia tres?). No le
asusta cierta inconsecuencia (≪Ruth
pensaba y Booz sonaba; la hierba era negra≫,
Hugo; dos notaciones yuxtapuestas, senala Cohen, cuya unidad logica no se
entiende demasiado bien). Se complace con deleite en la redundancia, proscrita
en prosa con el nombre de repeticion; un caso
limite seria el
poema de Garcia Lorca Llanto por Ignacio Sanchez Mejias, en el que las palabras
≪cinco de la tarde≫ aparecen treinta veces en los primeros
cincuenta y dos versos. Para establecer su tesis, el autor lleva a cabo un
analisis estadistico comparativo de textos poeticos y textos en prosa (para el,
el colmo de lo prosaico –cosa muy significativa– son los escritos de los
grandes cientificos
de finales del
siglo XIX: Pasteur, Claude Bernard, Marcelin Berthelor). El mismo metodo le
permite comprobar que la desviación poetica es mucho mayor en los romanticos
que en los clasicos, y aumenta todavia mas en los simbolistas. Uno,
intuitivamente, ya se lo olia; no obstante, es agradable verlo demostrado con
tal claridad.
Cuando acaba el
libro, uno esta seguro de una cosa: el autor ha senalado ciertas desviaciones
caracteristicas de la poesia, si; pero a que tienden todas esas desviaciones?
.Cual es su objetivo, si es que lo tienen? Despues de varias semanas de
travesia, avisaron a Cristobal Colon de que la mitad de los viveres se habian
terminado; y no habia senales de que estuvieran acercandose a tierra. En ese
preciso momento, su aventura se convierte en algo heroico: en el momento en que
decide continuar hacia el oeste sabiendo que ya no hay posibilidad humana de retorno.
Ya en la introduccion de Haut langage [Lengua alta], Jean Cohen ensena sus
cartas: va a apartarse de la mayoria de las teorias existentes sobre la
naturaleza de la poesia. Lo que hace la poesia, nos dice, no es anadir cierta
música a la prosa (como se creyo durante mucho tiempo en la epoca en que todos
los poemas tenian que ser en verso); tampoco es anadir un significado
subyacente al significado explicito (interpretación marxista, freudiana, etc.).
Ni siquiera es la multiplicacion de significados secretos, ocultos bajo el
primer significado (teoria polisemica).
En resumen, la
poesia no es la prosa mas otra cosa: no es algo mas que la prosa, es otra.
Structure du langage poetique terminaba con un atestado: la poesia se desvia
del lenguaje corriente, y se desvia cada vez mas. Una teoria nos viene
naturalmente a la cabeza: el objetivo de la poesia es establecer una desviación
maxima, quebrar, deconstruir todos los codigos de comunicación existentes. Jean
Cohen rechaza tambien esta teoria; todo lenguaje, afirma, asume una funcion de
intersubjetividad, y el lenguaje poético no escapa a esta regla: la poesia
habla del mundo de otra manera, pero no cabe duda de que habla del mundo tal y
como los hombres lo perciben. Y, exactamente en este punto, Cohen decide correr
un riesgo considerable: porque si las estrategias de desviación de la poesia no
son un objetivo en si mismas, si es verdad que la poesia es mas que una
busqueda o un juego de lenguaje, si es cierto que intenta instituir una palabra
distinta sobre la misma realidad, es que nos enfrentamos a dos visiones,
irreductibles, del mundo.
[xiii]
La gramática, instrumentación por sustancia del accidente. ¿Qué describe y cómo
lo describe Saussure? ¿Qué se instrumenta y cómo la instrumentación del
describirse de lo descrito por Lingüística estatuye su realidad por régimen de
posibles? En tanto que la gramática considerada por Platón es una técnica, para
Aristóteles corresponde al saber de una técnica que se posee. La organización
que refiere Saussure refiere a la organización de este saber, la institución
metafísica que corre entre uno y otro filósofo por Ciencia:
Platón, Sofista:
EXTR. - Como algunas cosas consienten en hacerlo y otras no, ocurrirá aquí lo mismo que con las letras; pues también algunas de éstas armonizan con otras, mientras que otras son discordantes.
TEET.
- ¿Cómo no?
EXTR. - Las
vocales, a diferencia
de las demás, son un lazo que se extiende a través de todas, de modo tal
que sin una de ellas es imposible que las otras se combinen entre sí.
TEET. - Efectivamente.
EXTR. - ¿Y saben todos cuáles son capaces de comunicar
con las
demás , o quien quiera
proceder con eficiencia necesitar á una técnica?
TEET. - Necesitará una técnica.
EXTR. - ¿Cuál?
TEET. - La gramática.
EXTR.
- ¿Y qué'? ¿No ocurre
lo mismo en el caso de
los sonidos, con los
agudos y con
los graves? Es músico
Quien
posee la técnica que
le permite conocer
cuáles se combinan
y cuáles
no, y no es músico quien la desconoce.
TEET. -
Así es.
EXTR. - Y encontraremos
algo similar
en el caso
de las demás técnicas. Así como en la ausencia de técnicas.
TEET. - ¿Cómo no?
EXTR. - ¿Y
qué? Puesto que hemos admitido que también los géneros mantienen entre sí una mezcla similar. ¿No sería
necesario que se abriera paso a través de los argumentos mediante una cierta ciencia quien quiera mostrar correctamente qué géneros concuerdan con otros y cuáles no se aceptan entre si. si existen algunos que se extienden a través de todos, de modo
que hagan posible la mezcla, y si,
por el contrario, en
lo que concierne a las divisiones hay otros que so n la causa de la división
de los conjuntos?
TEET. - ¿Cómo no hará falta una ciencia y por qué no,
la mayor de ellas?
EXTR. - ¿Cómo la llamaremos ahora Teeteto? O acaso sin darnos cuenta hemos caído, por Zeus
, en la ciencia de los
hombres libres, y, buscando al sofista, corremos el riesgo de haber encontrado primero al filósofo?
TEET. - ¿Que dices?
EXTR. - Dividir por géneros y no considerar que una misma Forma es diferente, ni que
una diferente es la misma.
¿No decimos
que corresponde a la ciencia dialéctica?
[…]
TEET. - ¿Qué quieres decir con eso'?
EXTR. - Lo que creía que tú suponías cuando estabas de acuerdo conmig. Pues el género que permite exhibir
el ser mediante un sonido es doble.
TEET. - ¿Cómo?
EXTR. - Uno se llama nombre;
el otro, verbo.
TEET. -
Di qué es
cada uno.
EXTR. - Llamamos verbo
al que muestra las acciones.
TEET. -
Si.
EXTR. - Mientras que el nombre es el signo sonoro aplicado a los autores de aquéllas.
TEET.
- Perfectamente.
EXTR, -
No obstante, los nombres tomados
por sí solos, y mencionados en forma continuada. no constituyen
discurso alguno, ni tampoco los yerros mencionados separadamente de los nombres.
TEET. – Eso, yo no lo sabía.
EXTR, - Es evidente que cuando
decías que estabas de acuerdo
conmigo tenías en cuenta
alguna otra cosa, porque eso era lo que
yo quería decir: que no hay discurso
cuando éstos son enunciados así, en forma continuada.
TEET. -
¿Cómo?
EXTR. -
Por ejemplo. «camina corre duerme», y otros verbos
que significan
acciones, aunque se los diga en serie,
no
constituirán por ello un discurso.
TEET.
- ¿Cómo lo harían'?
EXTR.- Y, a su vez, si se dice «león
ciervo caballo»,
y se mencionan aún otros nombres de los autores de aquellas
acciones, tampoco surgirá un discurso de esta serie, pues ni en este caso ni en aquél lo pronunciado enunciará acción ni
inacción, ni la esencia de un ser ni de un
no-ser, hasta que no se unan los verbos a los nombres. En ese
caso hay
acuerdo,
y la primera combinación produce directamente el discurso , incluso el primero y el más pequeño de los discursos.
Aristóteles,
Categorías
[…] el conocimiento gramatical
concreto 8 está en el alma como en un sujeto, pero no se dice de sujeto alguno,
y el color blanco concreto está en el cuerpo como en un sujeto -pues todo
color. se halla en algún cuerpo--, pero no se dice de sujeto alguno […]
Ética a
Nicomaquea, V:
[…] conviene que ejercitándose en
cosas justas se hagan justos, y empleándose en cosas de templanza templados.
Porque si en cosas justas y templadas se emplean, ya serán justos y templados,
así como, si hacen las cosas de gramática y de música, serán ya gramáticos y
músicos. O diremos que no pasa en las artes de esta suerte, porque puede ser
que acaso haga uno una cosa tocante a la gramática, o diciéndole otro cómo ha
de hacerlo. Entonces, pues, será gramático, cuando como gramático hiciere
alguna cosa tocante a la gramática. Quiero decir conforme a la gramática que en
sí mismo tuviere. A más de esto, no es todo de una manera en las artes y en las
virtudes, porque lo que en las artes se hace, en sí mismo tiene su remate y
perfección, de manera que basta que se haga como quiera que ello sea; pero lo
que se hace en las cosas de virtud, no de cualquier manera que se haga, justa y
templadamente estará hecho, sino que es menester que el que lo haga de cierta
manera esté dispuesto, porque primeramente ha de entender lo que hace. A más de
esto halo de escoger de su propia voluntad y por sólo fin de aquello, y no por
otra causa; terceramente, halo de hacer con firmeza y constancia. Todas estas
cosas en las demás artes ni se miran ni se consideran, sino que basta sólo el
entenderlas.
Aristóteles, Moral a Eudemo, X, De la
intención:
¿En qué consiste que los médicos
deliberan sobre las cosas cuya ciencia poseen, mientras que los gramáticos
nunca deliberan? Porque, pudiendo incurrirse en error de dos maneras, puesto
que cabe engañarse por efecto del razonamiento o de la simple sensación, cabe
este doble motivo de error en medicina; mientras que si en gramática se
quisiera discutir la sensación y el uso, sería cosa de nunca acabar.
[xiv]
El transcurso de la narrativa de Saussure; la narratividad del transcurso:
La verdad de la corrección e incorrección de
la lengua. Lo que hacen, lo que quieren, lo que hacen de lo que quieren ¿razón
de qué tener? Lo mismo, la razón misma. El transcurso de la narrativa, la
verdad de la corrección e incorrección de la lengua.
[De Saussure la descripción el valor de la
composición por espacialidad del componer; el componerse espacial de la
composición de valor a la descripción de Saussure]
Razón de ser es reafirmar existencia. Eso
entonces lo mismo que se subvierte al paso del método, la composición nacional
y el traspaso en suspenso de la instancia del sitial.
[xv]
Cfr. Dos palabras para los filólogos, Nietzsche, La gaya ciencia, 102:
La razón de ser de la filología no es
otra que reafirmar continuamente la creencia de que hay libros tan preciados y
tan majestuosos a punto tal que generaciones enteras de sabios sienten que sus
vidas han tenido sentido, dado que gracias a sus esfuerzos esos libros se
conservaron entera e inteligiblemente; se trata, sin duda, de personas que
hacen y saben hacer libros así. Con esto quiero decir que la filología supone
una noble creencia; que en beneficio de unos pocos hombres que siempre
"van a venir" y que nunca están ahí, hay que llevar a cabo
previamente una gran cantidad de trabajo penoso e incluso sucio. Todo esto
constituye una tarea "para ser realizada por delfines".
[xvi]
Constitución política de los Estados
Unidos Mexicano, artículo 1°:
En
los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos
reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que
el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección,
cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo
las condiciones que esta Constitución establece.
[xvii]
Artemis. Luego la desgracia y la tragedia en el emplazamiento por totalidad del
espacio sagrado.
[xviii] Los hechos de lectura de Polibio de
Megalópolis. Por la Hélade, el
helenismo, por Grecia los griegos; así vuelve y pasa de paz la palabra detrás;
Verde Valle.
La interpretación [el pensar] por un
[volver detrás].
Así entonces el ejercicio de la
Genealogía planteada por Heidegger, ante la subversión analítica de la
historiografía nietzcheana a la composibilidad arqueológica. Foucault; Las
palabras y las cosas; La gramática genera:
Sobre el fondo de una enciclopedia
absoluta, las humanas constituyen formas intermedias de universalidad compuesta
y limitada: enciclopedias alfabéticas que alojan la mayor cantidad posible de
conocimientos en el orden arbitrario de las letras; pasigrafías que permiten
transcribir según un mismo y único sistema de figuras todas las lenguas del
mundo, léxicos polivalentes que establecen las sinonimias entre un número más o
menos considerable de idiomas; por último, las enciclopedias razonadas que
pretenden "exponer, en la medida de lo posible, el orden y encadenamiento
de los conocimientos humanos", examinando "su genealogía y su
filiación, las causas que los han hecho nacer y las características que los
distinguen". Sea cual fuere el carácter parcial de todos estos proyectos,
hayan sido las que fueren las circunstancias empíricas de su empresa, el
fundamento de su posibilidad en la episteme clásica es que, si el ser
del lenguaje estaba ligado a su funcionamiento en la representación, ésta a su
vez no tenía otra relación con lo universal que no fuera por intermedio del
lenguaje.
Así luego
entonces, el “develamiento” de los fonemas. Estupideces prácticas de la
significación material; pues pasan después las ideologías. El pensar del uno
sobre el fondo del absoluto. Condición, situación y perturbación del ideal. Así
el juego de la telemaquia. Exponer es pretensión.
[xix]
Así para el filósofo queda afincada la metafísica de la sustancia en el
establecimiento de su estructura de emplazamiento para con el logos –la
enunciación del enunciar. La naturaleza entonces condiciona de toda apercepción
la realidad efectiva del apercatarse por razón de sitio, el instrumental:
[xx]
Aquello por lo que no cabe el error es la historidad por absoluto en
temporación del ideal. Cfr. La lógica [Categorías, 2a], a la consideración de la entidad en su
posesión por propiedad de omoiosis en la confrontación del ser en sí con el ser
para sí de la estructura de emplazamiento:
Cada una de las cosas que se dicen
fuera de toda combinación, o bien significa una entidad, o bien un cuanto,
o un cual, o un respecto a algo, o un donde, o un cuando,
o un hallarse situado, o un estar, o un hacer, o un padecer. Es entidad -para decirlo con un ejemplo--: hombre,
caballo; es cuanto: de dos codos, de tres codos; es cual: blanco,
letrado; es respecto a algo: doble, mitad, mayor; es donde: en el
Liceo, en la plaza del mercado; es cuando: ayer, el año pasado; es hallarse
situado: yace, está sentado; es estar: va calzado, va armado; es hacer:
cortar, quemar; es padecer: ser cortado, ser quemado. Ninguna de
estas expresiones, por sí misma, da lugar a afirmación alguna, pero de su mutua
combinación surge la afirmación: en efecto, toda afirmación es, al parecer,
verdadera o falsa, mientras que ninguna de las cosas dichas al margen de toda
combinación es ni verdadera ni falsa, corno,
por ejemplo, hombre, blanco, corre, vence.
Así la entidad, la identidad del ente en posesión de su verdad, es
sustancia, sustantivo, y verbo, predicado.
De esto al llegar a la validación del discurso que asienta que un Dios
todopoderoso, creador del cielo y de la tierra también colocó los nombres
peculiares de cada objeto a la función de su intencionalidad, no es ni
constituye ningún argumento.
Por combinación se asume entonces la formalidad semántica que el poeta,
la poesía, atribuye a la lexis del ente su totalidad por asignación de destino.
De la combinación, su coacción historiográfica a la exégesis de
fundación de fundamento, ¿qué se ha atribuido del presentarse de la
presencia? El evento del acotecimiento a
tanto expectación del espectáculo.
La expectación del espectáculo es la pertinencia por totalidad al
sentido de la cantidad.
¿qué son estas rarefacciones de la institución enunciativa del
lenguaje? GRAMÁTICA, SINTAXIS, SEMÁNTICA.
Ousía, en entidad, por puro ser. NATURALIDAD DE NATURALIZACIÓN DEL PRESENTAR
POR PRESENTARSE. Legislación de la apercepción de universalidad.
[xxi]
Luego principio es la naturaleza misma. El principio la elisión del comienzo en
abstraer.
[xxii]
De la abstracción y el puro abstraer la institución por verdad de la totalidad
de la institución de sentido; ahí la historicidad, en historización de los
fundamentos por comienzo de asignación al principio.
El puro ser. Cfr. Hegel, Ciencia de la lógica,
p.109:
La
simple idea del puro ser la han expresado primero los Eleatas y
especialmente Parménides como lo absoluto y la única verdad;(a) y en los
fragmentos que nos quedan de él, [se halla expresada] con el puro entusiasmo
del pensamiento que por primera vez se concibe en su absoluta abstracción: sólo
el ser existe, y la nada no existe en absoluto. —En los sistemas orientales
y esencialmente en el budismo, la nada, el vacío es notoriamente el
principio absoluto. — El profundo Heráclito destacó contra aquella
abstracción sencilla y unilateral el concepto más alto y total del devenir, y
dijo: el ser existe tan poco como la nada, o bien: todo fluye, vale
decir, todo es devenir. —Las sentencias populares, especialmente
orientales, que afirman que todo lo que existe tiene en su nacimiento el germen
de su perecer, y que a la inversa la muerte es el ingreso en una nueva vida,
expresan en sustancia la misma unidad del ser y la nada.(1) Pero estas
expresiones tienen un substrato, donde se realiza el traspaso (2); el ser y la
nada son mantenidos separados en el tiempo, representados como alternándose en él,
pero no pensados en su abstracción, y por ende tampoco pensados de manera tal
que sean en sí y por sí la misma cosa. (3)
Ex nihilo
nihil fit [nada nace de la nada] —es una de las
proposiciones a las que se ha atribuido una gran importancia en metafísica.
Pero en ella o hay que ver sólo la vacua tautología: la nada es la nada; o
bien, si el devenir debe tener en ella un verdadero significado, en
realidad, puesto que de la nada nace sólo la nada, no hay más
bien en ella ningún devenir, porque la nada en ella queda siendo la
nada. El devenir implica que la nada no permanezca como nada, sino que traspase
a su otro, al ser—. Cuando la metafísica posterior, especialmente cristiana,
repudió la proposición que nada viene de la nada, afirmó un traspaso de la nada
al ser; y a pesar de haber tomado esta proposición en forma sintética y
puramente representativa, sin embargo aun en la más imperfecta unión está
contenido un punto, donde el ser y la
nada coinciden y su diferencia desaparece. —La proposición: de la
nada no viene nada, la nada es precisamente nada, tiene su propia
importancia por su oposición contra el devenir en general y, en
consecuencia, también contra la creación del mundo a partir de la nada. Quienes
afirman la proposición: la nada es precisamente nada, hasta el punto de
apasionarse por ella, no tienen conciencia de que con esto adhieren al panteísmo
abstracto de los eleatas, y, en sustancia, aun al de Spinoza. El punto de
vista filosófico según el cual vale como principio que: "el ser es sólo
ser, la nada es sólo nada", merece el nombre de sistema de la identidad;
esta identidad abstracta es la esencia del panteísmo.
(1)
Y transponen de la narrativa la
finalidad del sentido por principio en comienzo del ente en totalidad.
Es la experiencia
misma de la derrelición del ser-ahí al comprenderse en el ente por mundo en
totalidad.
(a)
(2)
Lo sujeto a la historiograficidad en
la apercepción es el sustrato referido por Hegel, conocer que por institución
al ahí de la instrucción es asumido de suyo como uno, verdadero y original. La
identidad al conocer, la ousía misma en su vindicación metafísica para la
institicuión de los principios, estatuye el ser a sí del traspaso. El fundamento que condiciona toda apercepción
posterior en la emergencia de mundo que sí dilusiona:
el ser y la nada
son mantenidos separados en el tiempo, representados como alternándose en él,
pero no pensados en su abstracción, y por ende tampoco pensados de manera tal
que sean en sí y por sí la misma cosa.
Es decir,
la ousía, ella misma al interpretarse y ser interpretada al interpretarse, es
del devenir, temporalidad – el devenir es la unidad exterior que permanece en
referencia al ser como huella de su “verdad”, una estructura del reconocerse a
la impostasión, la imitación, la mentira.
(3)
El no pensarse el tiempo y el espacio
en su abstracción –la realización de su concepto- se dilusiona en la presencia
por elisión de lo elido del ser para con el acontentecimiento y su estructura:
NATURALEZA.
Así al
acontecimiento histórico subyace por exterioridad- exterioridad práctico
simbólica de concreción a su referimentos- la NATURALEZA. De la diferencia
ACONTECIMIENTO-NATURALEZA la elisión, el elisor a su momento, son la técnica y
el hombre por técnico en la totalidad de temporamiento de tempación del ideal.
[xxiii]
Este principio es la estructura óntica-ontológica fundamental tanto para Hegel
como Heidegger, Dasein; más así de ello, ¿cómo cabe qué a diluir la elisión por
proceso en la simple identidad por observación del sentido? ¿por qué
Aristóteles no puede atender al Dasein por estructura de fundación en
fundamento del ente en totalidad?
Aristóteles así y la metafísica de la
recepción en la lógica de servicio. ¿Qué ha hecho entonces de la estructura de
emplazamiento de la filosofía por totalidad del ente en ente en totalidad? [Perménides, la dialéctica y el método en
su herencia para el trascurso de Atenas por todo]
Hegel, el Dasein, Ciencia de la lógica, p 141:
EXISTENCIA
[Dasein] significa un ser determinado; su determinación es una
determinación existente, una cualidad. Por medio de su cualidad algo
está frente a un otro, es mudable y finito, determinado no
sólo contra un otro, sino en si mismo francamente de manera negativa. Esta
negación suya, opuesta ante todo a algo finito, es lo infinito; la oposición
abstracta, en la cual estas determinaciones aparecen, se resuelve en la
infinitud carente de oposición, es decir, en el ser-por-sí.
El
examen del ser determinado tiene por lo tanto estas tres secciones:
A.
El ser determinado como tal.
B.
Algo y otro, la finitud.
C.
La infinitud cualitativa.
Heidegger, el Dasein, § 2. La
estructura formal de la pregunta por el ser
La
pregunta por el ser exige, en relación a lo interrogado en ella, que
previamente se conquiste y asegure la forma correcta de acceso al ente.(1) Pero
llamamos “ente” a muchas cosas y en diversos sentidos. Ente es todo aquello de
lo que hablamos, lo que mentamos, aquello
con respecto a lo cual nos comportamos de ésta o aquella manera; ente es
también lo que nosotros mismos somos, y el modo como lo somos. El ser se
encuentra en el hecho de que algo es y en su ser‐así, en la realidad, en el
estar‐ahí [Vorhandenheit], en la consistencia, en la validez, en
el existir [Dasein], en el “hay”.(2) ¿En cuál ente se debe leer el sentido
del ser, desde cuál ente deberá arrancar la apertura del ser? ¿Es indiferente
el punto de partida o tiene algún determinado ente una primacía en la
elaboración de la pregunta por el ser?(3) ¿Cuál es este ente ejemplar y en qué
sentido goza de una primacía? Si la pregunta por el ser debe ser planteada
explícitamente y llevada a cabo de tal manera que sea del todo transparente
para sí misma, una elaboración de esta pregunta exigirá, según las aclaraciones
hechas anteriormente, la explicación del modo de dirigir la vista hacia el ser,
de comprender y captar conceptualmente su sentido, la preparación de la
posibilidad de la correcta elección del ente ejemplar y la elaboración de la
genuina forma de acceso a este ente. Dirigir la vista hacia, comprender y conceptualizar,
elegir, acceder a…, son comportamientos constitutivos del preguntar y, por
ende, también ellos, modos de ser de un ente determinado, del ente que
somos en cada caso nosotros mismos, los que preguntamos. Por consiguiente,
elaborar la pregunta por el ser significa hacer que un ente —el que pregunta—
se vuelva transparente en su ser. El planteamiento de esta pregunta, como modo
de ser de un ente, está, él mismo, determinado esencialmente por aquello
por lo que en él se pregunta —por el ser. A este ente que somos en cada caso
nosotros mismos, y que, entre otras cosas, tiene esa posibilidad de ser que es
el preguntar, lo designamos con el término Dasein. El planteamiento
explícito y transparente de la pregunta por el sentido del ser exige la previa
y adecuada exposición de un ente (del Dasein) en lo que respecta a su ser.
[BP1]Del
órganon, la estabilidad referencial para la metafísica al respecto de
interioridad de lo reivindicado por identidad en la metafísica.
De allí el sometimiento de la explicatividad en curso
al significarse instrumental de la totalidad.
Al respecto de la impronta aristotélica al método, la
presunción de verdad al diseño de las investigaciones decimonónicas.
La [experiencia original] es el [espíritu].
Así entonces el decurso metodológico de las llamas
ciencias sociales ante la técnica historicista de la indagatoria espiritual de
las escuelas alemanas.
Allí la diferenciación y alejamiento político militar
de las academias de Europa.
[BP2]Nuestra
doctrina del hecho:
Del ente, la ley, entender el hecho natural y nunca
apercatarse de la escritura sino por forma en condición de posibilidad, nunca
así por posibilidad de condición.
El hecho natural así es poderío de verdad de la diferencia
apercibida en explicatividad del percibirse, representación que reconstruye del
percibir la presencia de lo percibido por forma, ahí, al formarse de la forma
en la identidad por igual de la figura formada, hablar de la verdad.
[BP3]Pensemos
entonces el plaxo .
Científicos latinos, la instrucción para con la crítica
de conceptos; la lógica de doctrinas.
La participación del científico para el presentarse del
porvenir.
La definición técnico instrumental del presentarse:
medida.
La medida, una instrumentación de figura en formación
de forma; paso.
De la palabra entonces, la posibilidad pura.
El régimen comunidad, el régimen de adscripción al
paso.
Del paso su sonrisa.
[BP4]El
desinterés de la lengua misma; la ignorancia del objeto,
El ser a ser del no saber.
La negatividad en su nada.
La disposición del disponerse por totalidad.
[BP5]La
composición del método en su disponer por paso del paso.
En la historia del método, la dialéctica,
La dinámica del paso a paso.
Encontrar el método y encontrar la ciencia.
La ciencia del método
El método de la ciencia.
El método de la ciencia del método.
Historiografía.
Lingüística [el trayecto normando-americano].
El apoyo y el aporte de los colonos al todo.
El reino unido de la Gran Bretaña,
La historia del mundo es la historia del reino.
La historia del reino es la historia del reino de Dios:
Cómo se hace la historia del reino de Dios en la Tierra.
La naturalidad con la que comprendemos del Mundo.
[BP6]La
subversión absoluta de la esencia al presentarse: el representar.
De la historia de la dialéctica la historia de los
representandos.
Así, diez poetas que cubran de dos en dos paisaje
opuestos a la totalidad del tiempo por espacio en la constructividad interna
externa de la totalidad del espacio-tiempo a asociado a la obediencia
metódico-intrumental del concepto.
[BP7]Si
esta condición habita por resguardo la recomposición de los sutras del Buda…
bueno, de las doctrinas filológicas antiguas; el desarrollo del jardín y el
arroyo del estado antiguo, el régimen de los filósofos, ello mismo que al
helenismo hace florecer las formas en la adopción de patrones e indagaciones
distintas en la atemperación del juego, del fuego, del corazón y de la razón.
Paideia, Apolo, ahí donde Hermes vulnera la totalidad
aparecida, en Bacco y Asclepio.
Allí, a lo mismo, el Daimon.
Del cielo entonces el mal. Saber que Sócrates vulnera
la totalidad del espacip-tiempo.
No más,
Después el rayo y tu sonrisa.
[BP10]Lo
conveniente, la prescripción del ente a totalidad en la cuantificación
física-formal
Las cosas que son en tanto cosas que son.
El imperio de la cuantificación a la mónada quántica de
la apercepción.
[hermenéutica]
[BP12]El
principio –arké- más firme, “…aquel acerca del cual es imposible el error.”
La institución del quantum:
De la narratividad, su referencia, la cuantificación en
la confección de unidad al transcurso de temporación de la totalidad
apercibida.
Del quantum así dispuesto, la identidad del ente en
totalidad:
Sustancia.
[sustancia es entidad, entidad es ousía]
La totalidad es entonces la amplitud técnica de la apercepción
del ente al tránsito de su decurso por el relato del curso.
Del [error] lo [imposible] en la absumisión de toda
duda, de toda consideración a la totalidad del ente.
[Destinarse] del [destino]