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viernes, 16 de agosto de 2013

ESTUPIDECES PRÁCTICAS | §.6 lenguaje, temporalidad y cantidad



§.6 lenguaje, temporalidad y cantidad[i]

Junto a los grandes, el pequeño perfectamente se acopla y el grande se endereza con ayuda de los pequeños. Pero no es posible instruir a tiempo a los insensatos en estas máximas.


Sófocles, Áyax, v. 161 y ss.


habrá un Firmamento aparte del firmamento,

solo que no separado de el, sino en el mismo lugar.

Aristóteles, Metafísica, 998a,  18.


Saber, a lo que se llama saber[BP1] ,  la uniformación del lenguaje persigue la aniquilación de una [experiencia original].[ii] A su persecutoria de uniformidad  todo método del saber del lenguaje yerra el fenómeno.[iii]

Escribe Saussure:


En esta operación, que consiste en eliminar mentalmente todo lo que no conduzca a la diferenciación requerida sobre el punto requerido, están en juego tanto los agrupamientos asociativos como los tipos sintagmáticos.


Habla de hacer variar un elemento en un tipo sintagmático latente. En el juego de los agrupamientos asociativos con los tipos sintagmáticos, a la visión de mundo de la lógica de vida, el tiempo se emplaza el horizonte general del sentido del ser del ente. El tiempo, tu reloj, es escritura. Lo atemporal, por definición, sólo puede ser comprendido a condición de atener la obliteración por la cual se retiene lo eliminado mental que condujo a la diferenciación requerida sobre el punto requerido. Entiéndase luego entonces esta diferenciación requerida por la identidad.



Todo [no] transcurre, se sobreentiende. La identidad antes y después del transcurso metódico es la temporalidad.

La posibilidad del estructuralismo sólo emerge a la condición de poder nombrar la ciencia, un adjetivo de la universalidad por término de un particular concreto. Son las edades del mundo.

Saussure, en la estipulación para la lingüística ante la historicidad, asienta del Curso de lingüística general, de la lingüística misma:


La ciencia que se ha constituido en torno de los hechos de lengua ha pasado por tres fases sucesivas antes de reconocer cuál es su verdadero y único objeto.



No hay elemento ni elementos; no hay en un tipo sintagmático latente que tampoco hay tipo ni tipos. Ciertamente el yerro comienza a la presentación. Ciencia. La ciencia. No hay ciencia que se haya constituido que no hay ciencia tampoco, lo constituido por “ciencia” es sólo lenguaje y lingüística. Ciencia es constituirse.[iv] El conocimiento científico, el constituirse de la ciencia en torno al hecho, hace del hecho[BP2] , por reconocimiento, la totalidad de certificación metodológica del único respecto que por verdad, a tanto fenómeno, cabe denominar experiencia: su objeto.[v][BP3] 



Más del yerro la ciencia. De allí recién por objeto la constitución de su método. La ciencia, el método a sí, reivindica la realidad empírica. Sujeto, argumento, segmento, la función. Lo uno unido en concepto del objeto al método es todo lo múltiple mismo dado en una intuición –la escena-, lo posible por ser a reconocerse de sí experiencia en lo mismo, LOGOS, nada más.[vi]



LAS ENTIDADES ENUNCIADAS, DESCRITAS, IMPLICADAS al discurso, SON HECHOS DE LECTURA, HECHOS DE COMPRENSIÓN Y HECHOS DE INTERPRETACIÓN.[vii] La razón es un compuesto, sólo de sí se purifica; la naturaleza es una entidad lingüística.[viii] Polibio de Megalópolis:



Se me dirá acaso que este cambio natural de Estados se halla tratado con más exactitud en Platón y algunos otros filósofos. Pero como esta materia es oscura, prolija y entendida de pocos, nosotros extractaremos lo que convenga a una historia verdadera y sea adaptable a la comprensión de todos; pues caso que esta idea general no satisfaga en un todo el examen individual que se hará adelante, satisfará plenamente las dudas que ahora se formen.[ix]



El lenguaje es el ente natural. Someter la experiencia por fenómeno al decurso del método es traer la naturaleza por respecto del reconocer en entidad del evento, un todo. Del método, al decurso, el fenómeno mismo se impone por totalidad.[x] Toda convalidación se juega en un someter predispuesto: la verdad. Y es que por fuera del método las observaciones contingentes[xi], hechos sin ningún plan bosquejado de antemano, no pueden venir a conexión en una ley necesaria,  embargo de lo que la razón científica busca y necesita.



Cambio natural de los estados habla Polibio.



La subversión del mundo “clásico” en el mundo “helénico”; la subversión del mundo “helénico” en mundo “romano”; la transversión el transcurso del mundo; sujeción.



La ciencia opera por una restricción que de ella denominamos Mundo. La poesía es sólo la alegoría del espacio.[xii] Lo dicho por generalidad al examen es sólo ello mismo generalizado de la comprensión al examinar:



Que es cierto lo que digo, lo conocerá cualquiera fácilmente si reflexiona sobre los principios naturales, origen y alteraciones de cada especie de gobierno. Sólo el que conozca la constitución natural de cada Estado es el que podrá conocer a fondo sus progresos, su auge, su mutación, su ruina, cuándo y cómo sucederá y en qué forma se cambiará. Me presumo que si a alguna república es adaptable este género de examen, es en especial la romana, porque su primer establecimiento y sus progresos son conformes a la misma naturaleza.



La explicación histórica sujeta su reflexión al principio de lo natural para hablar con propiedad. Una ficción y su auspiciar; un auspicio que forma la forma.



El cambio dentro de la historicidad sigue siendo apercibido en relación a las categorías físicas que convalidan la transformación respecto al espacio, su objeto, en el movimiento del ente al respecto del plano, una función. El cambio es un concepto que se fundamenta en la forma. Así la escena.



Ferdinand Saussure continúa:



Se comenzó por organizar lo que se llamaba la «gramática».[xiii] Este estudio, inaugurado por los griegos, continuado principalmente por los franceses, está fundado en la lógica y desprovisto de toda visión científica y desinteresada de la lengua misma[BP4] ; lo que la gramática se propone únicamente es dar reglas para distinguir las formas correctas de las formas incorrectas;[1]  una disciplina normativa, muy alejada de la pura observación, y su punto de vista es necesariamente estrecho.[BP5] [xiv]

Después apareció la filología.[xv] Ya en Alejandría existía una escuela «filológica», [BP6] [2]pero este término se asocia sobre todo con el movimiento científico creado por Friedrich August Wolf a partir de 1777, que se continúa en nuestros días. La lengua no es el único objeto de la filología, que quiere sobre todo fijar, interpretar, comentar los textos; este primer estudio la lleva a ocuparse también de la historia literaria, de las costumbres, de las instituciones, etc.; en todas partes usa el método que le es propio, que es la crítica. Si aborda cuestiones lingüísticas, es sobre todo para comparar textos de diferentes épocas, para determinar la lengua particular de cada autor, para descifrar y explicar inscripciones redactadas en una lengua arcaica u oscura. Sin duda estas investigaciones son las que prepararon la lingüística histórica: los trabajos de Ritschl sobre Plauto pueden ya llamarse lingüísticos, pero, en ese terreno, la crítica filológica falla en un punto: en que se atiene demasiado servilmente a la lengua escrita y olvida la lengua viviente; por lo demás, la antigüedad grecolatina es la que la absorbe casi por entero.

El tercer período comenzó cuando se descubrió que se podían comparar las lenguas entre sí. Éste fue el origen de la filología comparativa o «gramática comparada».[3] En 1816, en una obra titulada Sistema de la conjugación del sánscrito, Franz Bopp estudió las relaciones que unen el sánscrito con el germánico, el griego, el latín, etc. No fue Bopp el primero en señalar esas afinidades y en admitir que todas esas lenguas pertenecían a una misma familia: eso ya se había hecho antes que él, especialmente por el orientalista inglés William Jones († 1794); pero algunas afirmaciones aisladas no prueban que en 1816 fueran ya comprendidas de modo general la significación y la importancia de esta verdad.



Bopp no tiene, pues, el mérito de haber descubierto que el sánscrito es pariente de ciertos idiomas de Europa y de Asia, pero fue él quien comprendió que las relaciones entre lenguas parientes podían convertirse en la materia de una ciencia autónoma. Aclarar una lengua por medio de otra, explicar las formas de una por las formas de la otra, eso es lo que todavía no se había emprendido.



Es muy dudoso que Bopp hubiera podido crear su ciencia —por lo menos tan pronto— sin el descubrimiento del sánscrito. Esta lengua, al llegar como tercer testimonio junto al griego y el latín, le proporcionó una base de estudio más amplia y más sólida; y esa ventaja se encontró aumentada por la circunstancia por suerte inesperada, de que, el sánscrito está en condiciones excepcionalmente favorables para aclarar esta comparación.[BP7] [4]





El presentarse por el papel a declarar. La escritura, ello mismo que se presenta en el papel hace del papel el interpretar; la escritura es la asistencia misma de Hermes.



Ante Hermes se escribe. La declamación, la asistencia de la diosa, es la verdad por aparición. Del poema, todo silencio posa des-ocultado. Así todo descubrir es describir, la totalidad por inscripción detrás.



Ello mismo que para ti fue escrito. Adelante, la circunstancia en adecuación por suerte inesperada.



Lo inesperado es sólo lo que se sigue al calce de Heráclito.

¿El hombre?

Después el saber.








Toda la tierra asiática que antaño los criara gime

por ellos con intensa nostalgia: padres y esposas, contando

los días, tiemblan ante un tiempo que se va dilatando.



Esquilo, Los persas.




La historiograficidad es transparente.



Lo anterior es una proposición. Este es Hegel, Fenomenología del Espíritu, Prólogo, p. 10:



Si se toma la manifestación de una exigencia así en su contexto más general y se la considera en el nivel en que se halla presente el espíritu autoconsciente,(a)(1)  vemos que éste va más allá de la vida sustancial que llevaba en el elemento del pensamiento,(2) más allá de esta inmediatez de su fe, de la satisfacción y la seguridad de la certeza que la conciencia abrigaba acerca de su reconciliación con la esencia y con la presencia universal de ésta, tanto la interna como la externa. Y no sólo va más allá, pasando al otro extremo de la reflexión carente de sustancia sobre sí mismo, sino que se remonta, además, por encima de esto. No sólo se pierde para él su vida esencial; además, el espíritu es consciente de esta pérdida y de la finitud que es su contenido.(3) El espíritu, volviéndose contra quienes lo degradan y prorrumpiendo en denuestos contra su rebajamiento, no reclama de la filosofía tanto el saber lo que él es como el recobrar por medio de ella aquella sustancialidad y aquella consistencia del ser. Por tanto, para hacer frente a esta necesidad, la filosofía no debe proponerse tanto el poner al descubierto la sustancia encerrada y elevarla a la conciencia de sí misma, no tanto el retrotraer la conciencia caótica a la ordenación pensada y a la sencillez del concepto, como el ensamblar las diferenciaciones del pensamiento, reprimir el concepto que diferencia e implantar el sentimiento de la esencia, buscando más bien un fin edificante que un fin intelectivo.(4) Lo bello, lo sagrado, lo eterno, la religión y el amor son el cebo que se ofrece para morder en el anzuelo; la actitud y el progresivo despliegue de la riqueza de la sustancia no deben buscarse en el concepto, sino en el éxtasis, no en la fría necesidad progresiva de la cosa, sino en la llama del entusiasmo.(5)

(a)    El nivel en que se halla presente el espíritu de lo presente. La fenomenología es la ciencia de los niveles de la presencia. Del presentarse lo presentado por presente en escrito, sus niveles; de los niveles, la aparición.  El aparecer mismo, la transparencia, es éxtasis. [Ciencia de la conciencia de la experiencia], hace de la conciencia el orden de la lectura; el escribirse de lo escrito se anuncia como la adscripción de la lectura al puro placer de los símbolos.

Interpretación es la ley.[xvi]

Sí, allí, la redención; el concepto de Ciencia de la Fenomenología del Espíritu:

La filosofía, esencialmente, en el elemento de lo universal, que lleva dentro de si lo particular, suscita más que otra ciencia cualquiera la apariencia de que en el fin o en los resultados últimos se expresa la cosa misma, e incluso se expresa en su esencia perfecta, frente a lo cual el desarrollo parece representar, propiamente, lo no esencial.

Esto no lo es. Ciencia, su esencia, es presentar lo no esencial. Esencial, el método, es la escritura misma; al método se asiste. De la tierra todo espacio es el argumento: Urbanizar. De la atemperancia los Bosques; el espacio, los mismos. Allí de sí la sentencia:

No ocupar, no ocupar, no ocupar.[xvii]



Allí entonces el pedazo de tiempo que es el papel. Nada realmente. ¿La nada? Bueno, la misma realidad. La diferencia es sólo diferente. El diferente de lo diferente, lo diferido al diferir; Polibio de Megalópolis, comparación y análisis de las constituciones de los Estados; la teoría de la forma:

De aquí la necesidad de mendigar el favor de los persas;[xviii] de aquí la imposición de tributos sobre los insulares; de aquí, finalmente, se siguió la exacción de dinero de toda la Grecia; como que ya se hallaban persuadidos a que con solas las leyes de Licurgo no podían no digo imperar sobre Grecia, pero ni aun emprender cosa considerable. Pero ¿a qué efecto esta digresión? Para que los mismos hechos den a conocer que el gobierno de Licurgo es suficiente por sí para la propia defensa del Estado, y para la conservación de la libertad.  Pues es preciso conceder a los que aplauden la forma y constitución del gobierno lacedemonio, que en cuanto a este punto, ni existe, ni ha existido jamás otro que se le iguale. Mas si se ambiciona empresas mayores, si se tiene por glorioso y brillante aquello de mandar a muchos súbditos, someter y señorear muchas provincias, y atraerse sobre sí las miras y atención de todos; se debe confesar que la República de Lacedemonia es defectuosa, y que la romana la lleva muchas ventajas, por poseer una constitución más poderosa.



Los hechos mismos evidencian lo que digo. Los lacedemonios, por aspirar al mando sobre la Grecia, estuvieron cerca de perder la libertad; los romanos por el contrario, después de sujetada la Italia, sometieron en poco tiempo todo el universo, contribuyendo no poco al logro de la empresa la abundancia y facilidad que en sí mismos hallaron de proveerse de pertrechos.



(1)    La aniquilación que referimos[5] es la que por ente acontece en presente de interpretarse por saber la exigencia del método; su exigir “más allá de la vida sustancial que llevada el elemento pensado” ha de someter lo comprendido interpretado al espectro claro y delimitado de la certeza que la conciencia abriga- de la advertencia la propiedad. Allí de sí el conocimiento, razón pura, por crítica del entendimiento: CONOCIMIENTO. Cfr. Kant, Crítica a la razón pura, Prólogo, primera edición:

Ahora, después de haber ensayado en vano todos los caminos (según se cree), reina el hastío y un completo indiferentismo, madre del Caos y de la Noche en las ciencias, pero también al mismo tiempo origen, o por lo menos preludio de una próxima transformación e iluminación, si las ciencias se han tornado confusas e inútiles por un celo mal aplicado.(A) Es inútil en efecto querer fingir indiferencia ante semejantes investigaciones, cuyo objeto no puede ser indiferente a la naturaleza humana. Esos supuestos indiferentistas, en cuanto piensan algo, caen de nuevo inevitablemente en aquellas afirmaciones metafísicas, por las cuales ostentaban tanto desprecio, aun cuando piensen ocultarlas trocando el lenguaje de la escuela por el habla popular. Esa indiferencia empero, que se produce en medio de la prosperidad de todas las ciencias y que ataca precisamente aquella, a cuyos conocimientos -si pudiéramos adquirirlos- renunciaríamos menos fácilmente que a ningunos otros, es un fenómeno que merece atención y reflexión. Es evidentemente el efecto no de la ligereza, sino del Juicio  maduro de la época, que no se deja seducir por un saber aparente;(B) es una intimación a la razón, para que emprenda de nuevo la más difícil de sus tareas, la del propio conocimiento, y establezca un tribunal que la asegure en sus pretensiones legitimas y que en cambio acabe con todas las arrogancias infundadas, y no por medio de afirmaciones arbitrarias, sino según sus eternas e inmutables leyes.(C) Este tribunal no es otro que la Crítica de la razón pura misma.

               

(A)   El espíritu es una intimación a la razón. La escolástica y toda terquedad academicista en el salvamento político del poder Institucional de sus jerarcas.

(B)   Luego, del no dejarse seducir por un saber aparente, la filosofía misma: FACULTAD DE LA RAZÓN EN GENERAL. El método comparativo analítico de Kant, ello que remite por la experiencia de la razón en general a la experiencia sintética de la unidad de apercepción, la presencia efectiva de lo recién así llamado PURO, es la reefectuación por interioridad de la aniquilación referida:



Por tal no entiendo una crítica de los libros y de los sistemas, sino de la facultad de la razón en general, respecto de todos los conocimientos a que esta puede aspirar independientemente de toda experiencia; por lo tanto, la crítica resuelve la posibilidad o imposibilidad de una metafísica en general, y determina, no solo las fuentes, sino también la extensión y límites de la misma; todo ello, empero, por principios.

                              

Lo particular, su singularización por peculiaridad en el unidad, no es, se presenta; ser es universalidad. Razón en general, conocimientos, experiencias. Allí la analítica por principios: Inferiorizar de todo acontecimiento el evento, la insurgencia de lo emergente.                              



(C)   Luego entonces este tribunal no es otro que la Metafísica, que tiene por un lado una Física y por otro una Lógica. Por razón pura entiéndase entonces tan sólo la misma atribución a la lógica trascendental trascendente de la lógica general:



Por eso tiene la metafísica una rara fortuna, de la que no participa ninguna otra ciencia de razón que trate de objetos (pues la lógica ocúpase sólo de la forma del pensamiento en general); y es que si por medio de esta crítica queda encarrilada en la marcha segura de una ciencia, puede comprender enteramente el campo de los conocimientos a ella pertenecientes y terminar por tanto su obra, dejándola para el uso de la posteridad, como una construcción completa; porque no trata más que de principios de las limitaciones de su uso, que son determinadas por aquellos mismos. A esa integridad está pues obligada como ciencia fundamental, de ella debe poder decirse: nil actum reputans, si quid superesset agendum.

Pero se preguntará: ¿cuál es ese tesoro que pensamos dejar a la posteridad con semejante metafísica, depurada por la crítica, y por ella también reducida a un estado inmutable? En una pasajera inspección de esta obra, se creerá percibir que su utilidad no es más que negativa, la de no atrevernos nunca, con la razón especulativa, a salir de los límites de la experiencia; y en realidad tal es su primera utilidad. Ésta empero se torna pronto en positiva, por cuanto se advierte que esos principios, con que la razón especulativa se atreve a salir de sus límites, tienen por indeclinable consecuencia, en realidad, no una ampliación, sino, considerándolos más de cerca, una reducción de nuestro uso de la razón; ya que ellos realmente amenazan ampliar descomedidamente los límites de la sensibilidad, a que pertenecen propiamente, y suprimir así del todo el uso puro (práctico) de la razón.



[Fundamental] se determina a sí [verdadero en su investigación en filosofar]. De aquí mismo se reivindica la exigencia contra toda escolástica por anquilosamiento de los dispositivos académicos, más la ideología de la pureza, la transparencia de lo claro, la voluntad de poder de la certeza de su tribunal, es ello mismo que por allende la aniquilación impide el retorno confrontativo a la institución por realidad de su confrontación metodológica: la experiencia en su imperio de fe; del saber su asunción ideológica.



La razón pura es la ideología de la sustancialidad; la sensibilidad una coacción.



Allí de sí la intuición por Némesis:



Si la intuición tuviera que regirse por la constitución de los objetos, no comprendo como se pueda a priori saber algo de ella. ¿Rígese empero el objeto (como objeto de los sentidos) por la constitución de nuestra facultad de intuición?, entonces puedo muy bien representarme esa posibilidad. Pero como no puedo permanecer atenido a esas intuiciones, si han de llegar a ser conocimientos, sino que tengo que referirlas, como representaciones, a algo como objeto, y determinar este mediante aquéllas, puedo por tanto: o bien admitir que los conceptos, mediante los cuales llevo a cabo esa determinación, se rigen también por el objeto y entonces caigo de nuevo en la misma perplejidad sobre el modo como pueda saber a priori algo de él; o bien admitir que los objetos o, lo que es lo mismo, la experiencia, en donde tan sólo son ellos (como objetos dados) conocidos, se rige por esos conceptos y entonces veo en seguida una explicación fácil; porque la experiencia misma es un modo de conocimiento que exige entendimiento, cuya regla debo suponer en mí, aún antes de que me sean dados objetos, por lo tanto a priori, regla que se expresa en conceptos a priori, por los que tienen pues que regirse necesariamente todos los objetos de la experiencia y con los que tienen que concordar. En lo que concierne a los objetos, en cuanto son pensados sólo por la razón y necesariamente, pero sin poder (al menos tales como la razón los piensa) ser dados en la experiencia, proporcionarán, según esto, los ensayos de pensarlos (pues desde luego han de poderse pensar) una magnífica comprobación de lo que admitimos como método transformado del pensamiento, a saber: que no conocemos a priori de las cosas más que lo que nosotros mismos ponemos en ellas.



El a priori es justo no sabiendo de ella, si Kant no puede comprender como comprender apriri sin representarse la situación por el objetivada, la situación objetivada de su requerimiento ya es, es absoluto, la representación misma de la intuición vengadora; ella misma que reposa por conocimiento en la totalidad de los respectos metodológicos por auspicio de cantidad.



Abusos de cantidad entonces.



Lo más por lo menos y a esto se le nombra simplificar, después emerge en criterio de poder para con la exigencia –obediencia y disciplina- y de allí formación técnico-científica. ¿La investigación? No bueno, podría usted estar mimando los principios de la INSTITUCIÓN EPISTÉMICA. Luego la EXPERIENCIA , o lo que es lo mismo, OBJETOS; hace la aniquilación por esencia en la CATEGORÍA kantiana, “modo de conocimiento que exige entendimiento, cuya regla debo suponer en mí, aún antes de que me sean dados objetos”. De allí la presunción de tener y disponer de RAZÓN PURA por establecimiento propio y natural del alma misma. Todo lo demás es reconocimiento.



Allí entonces todos los argumentos de Platón contra los poetas y la poesía.

Del deber por tener que concordar la transformación radical de la doctrina de la idea en interioridad ético-metodológica de la institución: disciplina.



La aniquilación: no conocemos a priori de las cosas más que lo que nosotros mismos ponemos en ellas.



¿Quién es nosotros? ¿Qué significa [COSA]? Lo trascendente:



Si los seres humanos requerimos apocalipsis por interpretaciones de la totalidad del ente, nada natural acontece al espacio en ocaso.



(2)    El sentido de toda enunciación no comienza y no se agota a la instancia determinante de un espacio-tiempo de fundamento. La pretensión de la palabra no esta en el EXPLICAR el ente por remisión de lo extraño suscitado al espectro técnico de lo reconocido en saber y asumido por poder en fundamente a tanto cierto del principio. El habla emerge por ser a su palabra; toda exigencia del método por saber de la presencia efectiva en constatación material del respecto predicado, la idoneidad de la sustancia, es la Tiranía.



Razón pura, razón práctica, facultad del juicio, de sí siempre son la reinvindicación

del poder y lo poderoso de la ejecución en sus acciones. Una hermenéutica negativa del uso de la institución de saber por ejecutoria del Estado: Verdad.



(3)    La palabra habla, la verdad ignora. Ciencia es lo develado.

(4)    Programa técnico operativo de las así llamadas CIENCIAS DEL ESPÍRITU:



“[…] ensamblar las diferenciaciones del pensamiento, reprimir el concepto que diferencia e implantar el sentimiento de la esencia, buscando más bien un fin edificante que un fin intelectivo.”

               

De allí la “religiosidad” por método que la dialéctica hegeliana pre-cursa; cfr. la intencionalidad “técnica” de la obra declarada por Ranke, Dilthey, Heidegger.

(5)    Religiosidad es por el apocamiento de la palabra, misterio y sabiduría son más precisos al fuego que llama.



El ubicarse de la doctrina en la consideración lógico-enunciativa de la propiedad de identidad.

La consideración historiográfica que puede considerar en tal región, para tales respectos, el ente en totalidad. Así entonces, del Derecho, la institución científica mexicana:



Por eso hay algunas legislaciones que señalan un límite máximo de tiempo para los contratos de trabajo. En los pueblos en que reina el trabajo libre, todos los códigos reglamentan las condiciones de denuncia del contrato. En algunos países, sobre todo en México (y, antes de la guerra norteamericana de Secesión, en los territorios desmembrados de México como se ha hecho también, en cuanto al fondo del problema, en las provincias del Danubio hasta el destronamiento de Kusa), la esclavitud aparece disfrazada bajo la forma de peonaje. Mediante anticipos que han de rescatarse trabajando y que se transmiten de generación en generación, el peón, y no sólo él, sino también su familia, pasa a ser, de hecho, propiedad de otras personas y de sus familias. Juárez abolió el peonaje. Pero el titulado emperador Maximiliano volvió a restablecer esta institución por medio de un decreto, que en la Cámara de representantes de Washington hubo de ser denunciado acertadamente como el restablecimiento de la esclavitud en México. “De mis especiales aptitudes y posibilidades de actividad física y espiritual puedo ceder a otro un uso limitado en cuanto al tiempo, pues, así delimitadas, se destacan de mi totalidad y generalidad. Cediendo todo mí tiempo, concretado por el trabajo, y la totalidad de mi producción, convertiría en propiedad de otro lo sustancial de ella, mi actividad y realidad general, mi personalidad.” (Hegel. Philosophie des Rechts, Berlín, 1840, página 104, S 67.)



Juárez abolió el peonaje. ¡Guay! ¿Y qué fue la Revolución? ¿La historia de México? El materialismo.

De allí entonces toda la iconología revolucionaria. Luego la fotografía.



Del iconologicismo moderno, la imposición de la imagen en el totalitarismo desde la absumición. Realidad entonces contrapuesta a la imagen; el papel justo en la era de la revelación de la imagen. Un anuncio platónico, una realización kantiana. Después las ficciones post-realistas.[6]



Lo otro posa por lo igual, de la igualdad la realidad, de la realidad lo original, del origen el mito.

¿Lo mismo? No, bueno.



                República, 510c:



- Pues veamos nuevamente; será más fácil que entiendas si te digo esto antes. Creo que sabes que los que se ocupan de geometría y de cálculo su ponen lo impar y lo par, las figuras y tres clases de ángulos y cosas afines, según lo que investigan en cada caso. Como si las conocieran, las adoptan como supuestos, y de ahí en adelante no estiman que deban dar cuenta de  ellas ni a si mismos ni a otros, como si fueran evidentes a cualquiera; antes bien, partiendo de ellas atraviesan el resto de modo consecuente, para concluir en aquello que proponían al examen.

- Sí, esto lo sé.

-Sabes, por consiguiente, que se sirven de figuras visibles y hacen discursos acerca de ellas, aunque no pensando en éstas sino en aquellas cosas a las cuales éstas se parecen, discurriendo en vista al Cuadrado en sí y a la Diagonal en si, y no en vista de la que dibujan, y así con lo demás. De las cosas mismas que configuran y dibujan hay sombras e imágenes en el agua, y de estas cosas que dibujan se sirven como imágenes , buscando divisar aquellas cosas en si que no podrían divisar de otro modo que con el pensamiento.[BP9] 

- Dices verdad.

- A esto me refería como la especie inteligible. Pero en esta su primera sección, el alma se ve forzada a servirse de sus puestos en su búsqueda, sin avanzar- hacia un principio, por no poder remontarse más allá de los supuestos. Y para eso usa como imágenes a los objetos que abajo eran imitados. y que habían sido conjeturados y estimados como claros respecto de los que eran sus im     itaciones.

- Comprendo que te refieres a la geometría y a las artes afines.

-Compren de entonces la otra sección de lo inteligible, cuando afirmo que en ella la razón misma aprehende, por medio de la facultad dialéctica , y hace de los supuestos no principios si no realmente supuestos , que son como peldaños y trampolines hasta el principio del todo, que es no supuesto, y, tras aferrarse a él, ateniéndose a las cosas que de él de penden, desciende hasta una conclusión, sin servirse para nada de lo sensible, sino de Ideas, a través de Ideas y en dirección a Ideas, hasta concluir en Ideas.



Claro que con geómetras siempre podemos negar sus principios y ellos no pueden - que no tienen- algo que objetar. Nada. El supuesto que permite en este caso la alegoría es el espacio, el allí donde la línea, la imagen misma, se suscita.



Matafísica, 1005b:




El principio más firme de todos es, a su vez aquel acerca del cual es imposible el error[BP12] .[xx] Y tal principio es, necesariamente, el mas conocido (todos se equivocan, en efecto, sobre las cosas que desconocen), y no es hipotético.[xxi] No es, desde luego, una hipótesis aquel principio que ha de poseer quien conozca cualquiera de las cosas que son. Y aquello que necesariamente ha de conocer el que conoce cualquier cosa es, a su vez, algo que uno ha de poseer ya necesariamente cuando viene a conocerla.[xxii] Es, pues, evidente que un principio tal es el mas firme de todos.[xxiii]

Digamos a continuación cual es este principio: es imposible que lo mismo se de y no se de en lo mismo a la vez y en el mismo sentido (y cuantas precisiones habríamos de añadir, dense por añadidas frente a las dificultades dialécticas). Este es el más firme de todos los principios, ya que posee la característica señalada. Es, en efecto, imposible que un individuo, quienquiera que sea, crea que lo mismo es y no es, como algunos piensan que Heráclito dice. Pues no es necesario creerse también las cosas que uno dice. Y es que si no es posible que los contrarios se den a la vez en lo mismo (añadamos también a esta proposición las precisiones habituales), y si la opinión que contradice a otra opinión es su contraria, es evidente que es imposible que el mismo individuo crea que lo mismo es y no es. Quien se engañara a propósito de esto tendría, en efecto, a la vez las opiniones contrarias. Por eso, todos los que llevan a cabo demostraciones se remiten, en ultimo término, a este convencimiento: porque por naturaleza, el es principio también de todos los demás axiomas.



Metafísica, 1012a:



Parece, por otra parte, que la doctrina de Heráclito, al afirmar que todas cosas son y no son, hace que todas sean verdaderas, mientras que la de Anaxágoras, al afirmar que hay un término medio entre los contradictorios, hace que todas las cosas sean falsas.(a) En efecto, cuando están mezcladas, la mezcla no es ni buena ni no-buena y, por tanto, nada verdadero puede decirse.



(1)    La doble condición de estilo en quien la totalidad por decurso del trascurso significante, prescribe de la institución el saber del ser: Aristóteles, Kant.

Saber del ser, su exponer, es a razón de ser, su constitución metódica: del método el mostrar, mostrarse y ser mostrado.

Más así de ello toda muestra habita por totalidad el decurso significante del todo.

(2)    A esta cuádruple raíz del estructurarse Hegel a la institución del concepto de la lógica no elide sino posesiona de sí el hay del haber al sí de lo mismo en su inscribirse del ser por totalidad en ente y entidad.

(3)    La pregunta por el ser ante la mundanidad del mundo.

Toda totalidad, apercepción y pregunta por el todo en sí al ser, pregunta del mundo a la internación de sus respectos. La abstracción no es ni puede ser el llevarse el preguntar por absoluto de la totalidad a un más allá significante que disponga de la trascedentalidad la voluntad por concreción de los respecto últimos significantes del principio.



(a)    Al medio se prosecute que la mónada, el hecho de ser ella en su totalidad falsa, aún deposita ella en no ser la palabra. ¿Cómo habitas la interioridad de una palabra? Estructura, habla el habla.






¿Qué hace entonces de la historiograficidad la lingüística que sucede a Saussure? Benveniste:

A menudo ha sido subrayado el carácter exclusivamente histórico que daba su carácter a la lingüística durante todo el siglo XIX y principios del XX. La historia como perspectiva necesaria y la sucesividad como principio de explicación, la fragmentación de la lengua en elementos aislados y la búsqueda de leyes de evolución propias de cada uno: tales eran los caracteres dominantes de la doctrina lingüística. Se reconocían, sí, principios de muy otra naturaleza, como el factor analógico, que puede trastornar la regularidad de la evolución, pero en la práctica ordinaria la gramática de una lengua consistía en una tabla del origen de cada sonido y de cada forma. Era consecuencia, a la vez, de la inspiración evolucionista que penetraba en aquel entonces todas las disciplinas, y de las condiciones en que la lingüística nació. La novedad del punto de vista saussuriano, uno de los que más hondamente han actuado, fue adquirir conciencia de que el lenguaje en sí mismo no incluye ninguna dimensión histórica, que es sincronía y estructura, y que no funciona sino en virtud de su naturaleza simbólica.(1) No es tanto la consideración histórica la que es por ello condenada, sino cierta manera de "atomizar" la lengua y mecanizar la historia. El tiempo no es el factor de la evolución; es nada más el marco.(2) La razón del cambio que afecta a tal o cual elemento de la lengua está por una parte en la naturaleza de los elementos que la componen en un momento dado, por otra en las relaciones de estructura que hay entre dichos elementos. La verificación bruta del cambio y la fórmula de correspondencia que la resumen ceden el lugar a un análisis comparado de dos estados sucesivos y de los arreglos diferentes que los caracterizan. La diacronía queda entonces restablecida en su legitimidad, en tanto que sucesión de sincronías. Esto pone ya de relieve la importancia primordial de la noción de sistemas y de la solidaridad restaurada entre todos los elementos de una lengua.

(1)    El no incluir ninguna dimensión histórica es tan sólo ser historicidad y nada más.[7]

(2)    De la ideología del tiempo físico por respecto de la totalidad, el tiempo a su carácter epistemológico.




Con la caracterización provisional del objeto temático de la investigación (ser del ente o, correlativamente, sentido del ser en general), pareciera ya estar  bosquejado también su método. Destacar el ser del ente y explicar el ser mismo, es la tarea de la ontología. Pero, el método de la ontología resulta altamente cuestionable si se quiere recurrir a ontologías históricamente legadas o a tentativas análogas.

Como en esta investigación el término ontología se usa en un sentido formalmente amplio, la vía para la aclaración de su método siguiendo el curso de su historia se nos cierra por sí misma. Con el uso del término ontología no estamos proponiendo tampoco una determinada disciplina filosófica entre otras. No se trata de responder a las exigencias de una disciplina ya dada, sino al revés: de que a partir de las necesidades objetivas de determinadas preguntas y de la forma de tratamiento exigida por las “cosas mismas”, podría configurarse tal vez una disciplina.

Con la pregunta conductora por el sentido del ser, la investigación se encuentra ante la cuestión fundamental de toda filosofía. La forma de tratar esta pregunta es la fenomenológica. Lo que no quiere decir que este tratado se adscriba a un “punto de vista” ni a una “corriente” filosófica, ya que la fenomenología no es ninguna de estas cosas, ni podrá serlo jamás, mientras se comprenda a sí misma. La expresión “fenomenología” significa primariamente una concepción metodológica.

No caracteriza el qué de los objetos de la investigación filosófica, sino el cómo de ésta. Cuanto más genuinamente opere una concepción metodológica y cuanto más ampliamente determine el cauce fundamental de una ciencia, tanto más originariamente estará arraigada en la confrontación con las cosas mismas, y más se alejará de lo que llamamos una manipulación técnica, como las que abundan también en las disciplinas teóricas.

El término “fenomenología” expresa una máxima que puede ser formulada así: “¡a las cosas mismas!” —frente a todas las construcciones en el aire, a los hallazgos fortuitos, frente a la recepción de conceptos sólo aparentemente legitimados, frente a las pseudopreguntas que con frecuencia se propagan como “problemas” a través de generaciones. Pero, podría objetarse que esta máxima es demasiado obvia y que, por otra parte, no hace más que expresar el principio de todo conocimiento científico. Y no se ve por qué esta trivialidad haya de incluirse explícitamente como característica de una investigación. Efectivamente, se trata de “algo obvio”, y esta cosa obvia la queremos ver de cerca, en la medida en que con ello podamos ilustrar el procedimiento de este tratado.


[1] La gramática, primer paso de la propiedad, es quien fija por totalidad los respectos. Cuento del tiempo amanecer y escuchar. Su propuesta única, dar leyes a las figuras correctas de las formas apropiadas desde las formas inapropiadas es todo, lógica, no más. El habla de Saussure al respecto de lo correcto, la posibilidad categórica de la incorrección, lo que asienta por totalidad el sistema, es miseria del alma.

El alma es del habla su propiedad en sentido.
[2] Ya antes de las formas, antes de las figuras correctas, la filología comprende que por toda figura es sólo uno en su sanción, uno en corrección o incorrección, el texto. Al texto subyace la escritura, detrás el sujeto y el objeto de su trabajo. Sólo a sí y en sí a quienes pertenece en propiedad el carácter general de la comprensión. Se trata de una instrucción –y ciertamente su instrumento- en metódica, la medida.
Apercepción, la comprensión, es corrección o incorrección de la figura en la apropiación de propiedad de forma. Toda forma es el Mundo.
Comprender comprendiendo lo comprendido del comprender.
Lo apercatado comienza en el texto; la gramática presupone el trabajo de la lectura; encuentra  ahí el signo por transparencia. De la transparencia lo que no puede “ver” lo elide. Lo “visto” por lo visto, es sólo un habla figurativa.
El transcurso de los implementos descritos y suscitados por identidad al relato de la historiograficidad transcrita por Foucault en su arqueología, ente la debacle figurativa de las apercepciones de experiencia en su transposición lingüística por Hayden White –la metahistoria-, posan por baza del fiel de su justicia la misma balanza.
[3] El cruce de los implementos de ambas tradiciones y ambos contextos.
[4] Una construcción al tacto de las políticas filológicas de las colonias europeas en el sureste asiático y el subcontinente indio; ahí de sí la aplicación paradigmática del modelo técnico de contextura y comprensión de la mónana apercatada por unidad trascendental de la gramática griega.
[5] El saber que de saber reclama  la uniformación del lenguaje y de ello persigue la aniquilación de una [experiencia original]. Proceso. Cfr. Franz Kafka, Alfred North Whitehead y Julio Scherer.
[6] Krause.
[7] La historicidad no es, es ser historicidad la historicidad. La historicidad no es, es ser historicidad.



[i] La estupidez práctica de la signficación material es el tiempo, espacio de la apertura de significación en signficatividad. Así Wittgenstein sobre el tiempo:

2.0121 Aparecería, por así decirlo, como un accidente si a una cosa capaz de existir por sí misma pudiese subsecuentemente convenirle un estado de cosas.  Si las cosas pueden entrar en un hecho atómico, esta posibilidad debe estar ya en ellas.  (Algo lógico no puede ser sólo-posible. La lógica trata de toda posibilidad y todas las posibilidades son sus hechos.)
Lo mismo que no nos es posible pensar objetos espaciales fuera del espacio y objetos temporales fuera del tiempo, así no podemos pensar ningún objeto fuera de la posibilidad de su conexión con otros.
Si yo puedo pensar el objeto en el contexto del hecho atómico, no puedo, sin embargo, pensarlo fuera de la posibilidad de ese contexto.

La estupidez práctica en propiedad:

2.0251 Espacio, tiempo y color (cromaticidad) son formas de los objetos.

Allí de sí la descripción de toda experiencia, la remisión de la totalidad lógica del estado de cosa al acontecimiento de la apercepción en términos del apercatar, el ser-sido apercatado del percibiente. Allí de sí cualquier incepción a la significatividad de la prosa de Kerouac para con el lector; hacer de la prosa así lo que la bencedrina, la heroína, otras drogas fuertes comprenden por permitir y cabalgar. Es Parménides al frente del palacio de la Diosa.

El tiempo es entonces la condición tautológica del lenguaje; la institución lógica, la contradicción que emplaza del cierre por giro de la apertura a lo verdadero, la magnitud de la idea al rosar.

4.461 La proposición muestra aquello que dice; la tautología y la contradicción muestran que no dicen nada.
La tautología no tienen condiciones de verdad, pues es incondicionalmente verdadera; y la contradicción, bajo ninguna condición es verdadera.
La tautología y la contradicción carecen de sentido.
(Como el punto del cual parten dos flechas en direcciones opuestas.)
(Yo no sé, por ejemplo, nada sobre el tiempo, cuando yo sé que llueve o no llueve.)

Lo rosado, no bueno.


[allí de sí la estupidez, asumir la palabra poética por cosa]
[ii] Poder. Esta gesta por tal es la construcción de universal. La matafísica crítica kantiana hace el ente en totalidad al instante de presencia efectiva que nombramos experiencia. ¿El nombrar? la razón ¿Lo nombrado? No bueno, el nombre que por razón, lo nombrado al nombrar, se encuentra y reivindica ¿El nombrarse de lo nombrado? Fenómeno, el respecto que recién así es encuentra. ¿Lo encontrado, lo nombrado al nombrar? El yerro mismo, noumeno lo nombra Kant, y entonces no pregunte usted algo mas que estamos ante lo naturalizado por legalidad de una alegoría, sus posibilidades de condición. Allí así depuesta la Ciencia, ciega para con la estructura de emplazamiento: antropologicismo en signo por todo la medida.
Sólo ahí el tiempo se emplaza el horizonte general del sentido del ser del ente, después el mal.
[iii] Allí donde la poesía, la filosofía misma, son concebidas por manifestaciones superiores de la cultura, no son concebidas por nada, son una basura; luego viene el analista a ellas por un campo develado de aserción y poder de denominación. Quítese entonces la bicoca de aparato en que su justicia del mundo reivindica para “Cultura” de ello que en espíritu el poema, el filosofar en sí mismo es. El emplazamiento de la teoría epistemológica emerge al interior significante de la razón pura por crítica en objetivo. Crítica es la practicidad de un principio; se desplaza el comienzo, se desplaza el principio, se desplaza el juicio que la crítica se dezplaza.

El desplazamiento de la crítica desplaza.

[la forma, en la institución de su tribunal]]

La razón pura es el tribunal de la forma. Crítica a la razón pura, §1, Definición:

Principios prácticos son proposiciones que contienen una determinación universal de la voluntad que tiene bajo sí varias reglas prácticas. Son subjetivas o máximas cuando la condición es considerada por el sujeto como válida solamente para su voluntad; objetivos o leyes prácticas, cuando la condición se reconoce como objetiva, esto es, válida para la voluntad de todo ser racional.

[iv] ¿Cómo constituye la lingüística el lenguaje?
Podrías contestar, no, es el lenguaje quien constituye a la lingüística, más entonces dirías que el lenguaje no es esa presencia efectiva sino la presencia estable donde por ser se remontan en identidad la totalidad de nuestros respectos técnicos para referirnos por concepto, término, materia y forma, a la entidad del ente.

Allí se salvaguarda la metafísica en el referente técnico de su nombrarse, el acontecimiento propicio de la esencia misma que nombra. Lingüística es la estructura misma del todo.

Ciencia de la lexis, ciencia de la lengua, ciencia del habla.

El lenguaje, así luego que eso que yo pregunto pregunta por la lengua, y que la lengua, a la indistinción de temporalidades entre presencia efectiva y presencia estable –diacronía sincronía-, de los argumentos la acronía se impone por razón de las letras.

Hablas entonces de lengua, lenguaje, lingüística y filosofía. Cuatro regiones, cuatro nombrarses. Bien, no hay poder, no hay canto.

Lengua, lenguaje, lingüística y filosofía, delegaciones.

[v] Positivismo. Cfr. Heidegger, Ser y tiempo, §.3:

Conceptos fundamentales son aquellas determinaciones en que la región esencial a la que pertenecen todos los objetos temáticos de una ciencia logra su comprensión preliminar, que servirá de guía a toda investigación positiva. Estos conceptos reciben, pues, su genuina justificación y “fundamentación” únicamente a través de la previa investigación de la región esencial misma. Ahora bien, puesto que cada una de estas regiones se obtiene a partir de un determinado sector del ente mismo, esa investigación preliminar que elabora los conceptos fundamentales no significa otra cosa que la interpretación de este ente en función de la constitución fundamental de su ser. Semejante investigación debe preceder a las ciencias positivas; y lo puede. El trabajo de Platón y Aristóteles es prueba de ello. Esa fundamentación de las ciencias se distingue principalmente de aquella “lógica” zaguera que investiga el estado momentáneo de una ciencia en función de su “método”.
La fundamentación de las ciencias es una lógica productiva, en el sentido de que ella, por así decirlo, salta hacia adelante hasta una determinada región de ser, la abre por vez primera en su constitución ontológica y pone a disposición de las ciencias positivas, como claras indicaciones para el preguntar, las estructuras así obtenidas. Así, por ejemplo, lo filosóficamente primario no es la teoría de la formación de los conceptos de la historia, ni la teoría del conocimiento histórico, o la teoría de la historia como objeto del saber histórico, sino la interpretación del ente propiamente histórico en función de su historicidad. De igual modo, el aporte positivo de la Crítica de la razón pura de Kant no consiste en haber elaborado una “teoría” del conocimiento, sino, más bien, en su contribución a desentrañar lo que es propio de una naturaleza en general. Su lógica trascendental es una lógica material a priori para la región de ser llamada naturaleza. Pero semejante cuestionamiento —que es ontología, en su sentido más amplio, y con independencia de corrientes y tendencias ontológicas— necesita, a su vez, de un hilo conductor. El preguntar ontológico es ciertamente más originario que el preguntar óntico de las ciencias positivas. Pero él mismo sería ingenuo y opaco si sus investigaciones del ser del ente dejaran sin examinar el sentido del ser en general. Y precisamente la tarea ontológica de una genealogía no deductivamente constructiva de las diferentes maneras posibles de ser, necesita de un acuerdo previo sobre lo “que propiamente queremos decir con esta expresión ‘ser’”.[Z]

Esta confrontación, la objeción por sujeto de la objeción, la confrontación histórica,
La totalidad.

Términos de la estructura de emplazamiento de la Genealogía de la moral de Nietzsche.

[El presentarse por razón, la evidencia. La claridad de lo claro. La ciencia dice “Cállese, escuche y obedezca.)

Su significar la función y el argumento: escenificar: Yo sé. [qué personaje de la ficción]

Todo acontecimiento es ficción. Toda ficción es realidad.

Vivir la vida, existenciaridad, es otra cosa, es otra cosa, es otra cosa.

[vi] A su retorno así también el mito, más de ello así también la variable toda. Antropología de la vida diaria, después la nausea o la fría agonía. Cfr. Fenoménica, p. 24 y 25.
[vii] Lectura, comprensión, interpretación, son categorización de categorialidad. Allí recién de ellas toda condición dialéctica.
[viii] Fenómeno, a la fenoménica en curso para el tránsito del siglo XIX al XX, condición análoga al respecto de otras disciplinas de las ciencias sociales. El hecho, doctrina de trance en hermenéutica de análisis a las instituciones del saber:

El hecho, interior de la significación del evento, es la contextura de su elaboración, único escenario dispuesto y disponible a la significatividad de los acontecimientos que una representación historiográfica estatuye.
El hecho, único escenario, es unidad de ser en entidad atenido por espacio-tiempo al ethos del representarse.
Por categoría, pretensión trascendental de la propiedad de su conocimiento, el hecho estatuye la legitimidad de los procedimientos técnicos de designación y asignación de sentido para con los datos de conferencia en quien instituye el método el sentido de sus predicaciones, las sustancias del discurso.
Por la predicación el hecho es apropiación metodológica de las designaciones y asignaciones en curso para el sentido y reconocimiento de la experiencia en comprobación de categorías analógicas de identidad; ser por objeto.
Hecho, en conferencia de observación, es una palabra, concepto eventual poseedor por sí del mismo carácter trascendental que posee cualquier otro fenómeno, cualquier otra temporalidad, una trascendentalidad pura que por esencia es la unidad misma del poder a su voluntad: representación.

El irse del ser-ahí en la cuestión ontológica, a la distinción del sí mismo del historiador para el levantamiento referencial de la historicidad reflexiva del propio pensarse, estatuye el HECHO. La dimensión histórica es una idealidad.

La ciencia no es el conocimiento respecto a algo, ciencia es el fruto metodológico de una investigación, la sujeción por objeto de la materia en idea, verdad.

Materia es función, idea argumento.
Allí se nombra, define y conceptúa. Después la experiencia.

¿la epistemología?

El terrible juego que jugamos todos –ciertamente algunos-
De estar en perpetuidad al borde del convencimiento,
Sí, una prueba más de A
Una prueba más de B
Una prueba más de C.

Triste el silencio quien lo mira,
Abecedarios jugamos todos- ciertamente algunos-;
Otros gobiernan.

Marx, el Capital, la institución científica:

Mediante el análisis de las actividades manuales,(1)  la especificación de los instrumentos de trabajo, la formación de obreros parciales, su agrupación y combinación en un mecanismo complejo, la división manufacturera del trabajo crea la organización cualitativa y la proporcionalidad cuantitativa de los procesos sociales de producción;(2) es decir, crea una determinada organización del trabajo social, desarrollando con ello, al mismo tiempo, la nueva fuerza social productiva del trabajo. Como forma específicamente capitalista del proceso social de producción(3) –que, apoyándose en las bases preestablecidas, sólo podía seguirse desarrollando bajo la forma capitalista–, esta organización no es más que un método especial de creación de plusvalía relativa, un procedimiento para incrementar las ganancias del capital –la llamada riqueza social, "riqueza de las naciones", etc. – a costa de los obreros.(4) Este método no sólo desarrolla la fuerza productiva social del trabajo para el capitalista exclusivamente, en vez de desarrollarla para el obrero, sino que, además, lo hace a fuerza de mutilar al obrero individual.(5) Crea nuevas condiciones para que el capital domine sobre el trabajo.(6) Por tanto, aunque por un lado represente un progreso histórico y una etapa necesaria en el proceso económico de formación de la sociedad, por otro lado es un medio de explotación civilizada y refinada.(7)

La economía política, que no aparece como verdadera ciencia hasta el período de la manufactura, no acierta a enfocar la división social del trabajo más que desde el punto de vista de las división manufacturera del trabajo como un medio para producir con la misma cantidad de trabajo más mercancías, con el consiguiente abaratamiento de éstas y, por tanto, una mayor celeridad en la acumulación del capital.(8) Esta acentuación de la cantidad y del valor de cambio contrasta de un modo notable con la posición mantenida por los autores de la Antigüedad clásica, quienes insistían exclusivamente en la calidad y en el valor de uso.(9) La diferenciación entre las ramas de producción social hace que las mercancías se fabriquen mejor; los diversos instintos y talentos de los hombres buscan campo apropiado para desenvolverse, y, sin restringirse es imposible hacer nunca nada importante.(10) Por tanto, la división del trabajo perfecciona el producto y el productor.(11) Y sí a veces se apunta también al incremento del volumen de productos, es aludiendo siempre a la mayor abundancia de valores de uso. No habla para nada del valor de cambio, del abaratamiento de las mercancías.(12) Este punto de vista del valor de uso es el que impera tanto en Platón,(13) para quien la división del trabajo constituye la base sobre que descansa la diferenciación social de las clases,(14) como en Jenofonte que, con su instinto burgués característico, se va acercando ya a la división del trabajo dentro del taller. La República de Platón, en lo que se refiere a la división del trabajo, como principio normativo del Estado, no es más que la idealización ateniense del régimen egipcio de castas; para algunos autores contemporáneos de Platón, como, por ejemplo, Isócrates. Egipto era el país industrial modelo, rango que todavía le atribuían los griegos en la época del Imperio romano. (15)
Durante el verdadero período de la manufactura, o sea, el período en que ésta se erige en forma predominante del régimen capitalista de producción, tropieza con toda una serie de obstáculos que se oponen a la plena realización de sus tendencias.(16) Como veíamos, la manufactura, además de implantar una organización jerárquica entre los obreros, establece una división simple entre obreros expertos e inexpertos; pues bien, a pesar de esto, la cifra de los segundos queda notablemente contrarrestada por la influencia predominante de los primeros.(17) La manufactura adapta las operaciones especiales al diverso grado de madurez, fuerza y desarrollo de su órgano vivo de trabajo,(18) viéndose por tanto impulsada a la explotación productiva de la mujer y del niño. No obstante, esta tendencia choca, en general, con los hábitos y la resistencia de los obreros varones. La descomposición de las faenas manuales reduce los gastos de formación, y por tanto el valor de los obreros no obstante, los trabajos de detalle más difíciles exigen una época más larga de aprendizaje, que los obreros defienden celosamente aun en aquellos casos en que es inútil. Así por ejemplo, en Inglaterra las laws of apprenticeship, con sus siete años de aprendizaje, se mantienen en vigor íntegramente hasta fines del periodo manufacturero, hasta que la gran industria viene a arrinconarlas.(19) Como la pericia manual del operario es la base de la manufactura y el mecanismo total que en ella funciona no posee un esqueleto objetivo independiente de los propios obreros, el capital tiene que luchar constantemente con la insubordinación de los asalariados.(20)  "La naturaleza humana –exclama el amigo Ure– es tan imperfecta, que los obreros más diestros son también los más tercos y los más difíciles de manejar, y por tanto los que mayores daños infieren al mecanismo global con sus cabezas alocadas." Por eso, a lo largo de todo el periodo manufacturero resuenan las quejas de los patronos acerca de la indisciplina e insubordinación de los obreros. Y si no poseyésemos los testimonios de autores de la época, los simples hechos de que desde el siglo XVI hasta la época de la gran industria el capital fracasase en su empeño de absorber todo el tiempo de trabajo disponible de los obreros manufactureros y de que las manufacturas tengan siempre una vida corta, viéndose obligadas por las constantes inmigraciones y emigraciones de obreros a levantar su sede de un país para fijarla en otro, hablarían con la elocuencia de muchos volúmenes. "¡Hay que poner orden, sea como fuere!", clama en 1870 el autor del Essay on Trade and Commerce, tantas veces citado. Y la palabra ¡orden!, resuena  años más tarde como un eco, en labios del doctor Andrew Ure. Es el "orden" que se echaba de menos en la manufactura, basada en "el dogma escolástico de la división del trabajo", y que, por fin, creó Arkwright.(21)




(1)     Lo elidido al respecto del análisis, la posibilidad de condición de la analítica, es, de la creación de los procesos sociales de producción, sus fundamentos político-administrativos: Estado, Derecho. [cfr. La ciencia del Estado en Marx] “[…] crea una determina organización de trabajo social, desarrollando con ello, al mismo tiempo, la nueva fuerza social productiva de trabajo”. Tanto la organización de trabajo social como el desarrollo de la nueva fuerza social productiva de trabajo trasladan por esencia de su determinación el vacío que en elisión el acontecimiento del evento, la estructura de emplazamiento, emplaza por estructura en abismo: escritura.


(2)     [Capitalismo] es forma del proceso social de producción, [proceso social de producción] es desarrollo subjetivo –argumental- de la forma Capitalismo por función de comprensión. El capitalismo es algo más que se elide, la dialéctica de las actividades manuales es la elisión de la temporalidad de la acción en la temporación manual. De la elisión la comprensión de las [bases preestablecidas] es el propio elidirse por significatividad de la totalidad en significación. Para con la analítica la comprensión de las bases preestablecidas es la temporalidad de la [manufactura], la historiograficidad de su [periodo]. La formación analítica [división manufacturera del trabajo] es una figura ideológica, idealiza la materia y la fetichiza en naturaleza; recién así la historicidad descrita, analizada e interpretada en correlato argumental de la función fetichista: praxis Cfr. La analítica existenciaria del ser a la mano, Ser y tiempo, §. 15:

El comportamiento “práctico” no es “ateorético” en el sentido de estar privado de visión, y su diferencia frente al comportamiento teórico no consiste solamente en que aquí se contempla y allí se actúa y en que el actuar, para no quedarse a ciegas, aplica un conocimiento teórico; por el contrario, la contemplación es originariamente un ocuparse, así como el actuar tiene también su propia visión. El comportamiento teorético es un puro e incircunspecto mirar‐hacia. No por ser incircunspecto, el mirar‐hacia carece de reglas; sino que él se da su canon en el método.
Lo a la mano no es conocido teoréticamente ni es primeramente temático ni siquiera para la circunspección. Lo peculiar de lo inmediatamente a la mano consiste en retirarse, por así decirlo, “a” su estar a la mano para estar con propiedad a la mano. Aquello con lo que ante todo tiene que habérselas el trato cotidiano no son tampoco los utensilios, sino que lo que primariamente nos ocupa y está por ende a la mano, es la obra misma, lo que en cada caso tiene que ser producido. Es la obra la portadora de la totalidad remisional dentro de la cual el útil comparece. La obra que se quiere producir, y que es el para‐qué del martillo, cepillo y aguja, tiene, por su parte, el modo de ser del útil. El zapato es para llevarlo (útil zapato), el reloj, para ver la hora. La obra que comparece con prioridad en el trato de la ocupación —la que se elabora— hace comparecer conjuntamente, en el uso al que por esencia está destinada, el para‐qué de su empleabilidad. Por su parte, la obra ya hecha sólo es en base de su uso y del complejo remisional de entes descubiertos en éste.

(3)     Lógica antrópica de las comunidades políticas.
(4)     Despotismo ilustrado de la economía política. Allí después la comunicación y sus circuitos de ideal en asignación de crédito, tiempo y recursos. A la analítica su interioridad es cuantimetría; luego, por su poder gobierno en la sustancia de los discursos.
(5)     Ciencia.
(6)     Tautología, es la historia misma. La forma, la doctrina de la forma, el idealismo, su ciencia, el materialismo, no permiten interpretar la historicidad a la apropiación de su comprensividad. No hay [explotación] ni refinamiento. La Civilización, lo civilizado mismo, es el Nihilismo.
(7)     En la economía-política pre-marxiana, el tiempo, la temporalidad, la temporación y la temporización aparecen; su aparecer es al respecto cualitativo de su emergencia; física es la apropiación técnica por concepto de la temporación. El pensamiento anglosajón sigue, de facto, anclando la categorialidad de sus respectos en tal emplazamiento de estructura.
(8)     La [cantidad] y el [valor de cambio] son arroyos epistémicos en desarrollo del instrumento analítico del método. Del instrumento por arroyo la técnica económica del instrumentar [doctrina y ciencia de los quanta, la CONTABILIDAD], un disponer para la producción del ser por tiempo en trabajo. [cfr. Hegel sobre el comercio del trabajo y de allí la analítica de las formas de apropiación de capital] [El capital mismo es sólo un “libro”] [Evidentemente “libro” no sabemos qué significa].
(9)     La contabilidad es el saber del ente por entidad en totalidad. Allí los números y el tiempo.
(10)  Después los institutos tecnológicos, las escuelas bancarias, mercantiles y comerciales. El desarrollo de la analítica por los respectos teóricos de las praxis arroyada por papel en instrumento [siglo XX]
(11)  Al contra-espectro del arroyo los socialismos, el sindicalismo y la política de juego laboral de las oligarquías.
Allí de sí el simulacro, el personajeo y la confrontación de estrategias. [WW I, WW II, Guerra Fría]
(12)  Democracia y logística de partidos. De la República, por totalidad, la muerte de la filosofía es el Comunismo. [de la tipología la totalidad por forma, la entidad, el imperio de los quanta][allí de sí la dialéctica en historicidad, después el método]
(13)  Una inscripción de voz en nada por la Extranjería. El extranjero en Atenas con Teeteto explicando el acontecimiento técnico del evento por forma, la comprensión de Sólón por los egipcios de la contabilidad en escritura de escena por respecto político de la mítica. Allí entonces, cfr. Camus sobre la estrategia comunista, el internacionalismo y la condición trascendental de la Nación en el arroyo histórico del Capitalismo por humanidad.
(14)  Elisión absoluta de la historiograficidad en explicación.
(15)  La metafísica en confrontación a ella por historia.
(16)  Manufactura, no mercancía, el ente en totalidad. Allí el colocarse de la analítica de estrategia en los respectos de obediencia a la entidad del ente y la absumisión del respecto por decisión de la esencia de la verdad; al socialismo, la disciplina de una doctrina –ilusión, luego ¡Revolución por ideologías!
(17)  La Lógica misma en su comprensión técnico-científica. Luego el poder y la tecnología de guerra. En el entretenimiento de medios, la propaganda en su capitalización de la voluntad de servicio en la Dialéctica [cfr. Alemania Nazi ante la U.R.S.S. a la sucesión de juego político de estrategia con Stalin; después de Stalin decurso de los totalitarismos]
(18)  Constructividad de todo el sistema educativo contemporáneo. Allí las Universidades, los amos y los maestros. Después la dialéctica y la advertencia de Parménides para todo aprendiz y aprendizaje. [en México, el perfil de las estructuras de la Nación] [Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas] [Samuel Ramos]
(19)  Allí la moral por aparato de cultura. Luego así el orientalismo del esquema.
(20)  Kant y todo positivismo, es un orientalismo.


[ix] En la edad del Mundo, el acontecer de los historiadores. ¿Qué increpancia se encuentra confrontada con el lector y el diálogo que emplaza por condición de suspensión en el entretenimiento.

Así después la filosofía:

Es fácil confundir los argumentos de función con los índices de nombres. En efecto, tanto por el argumento como por el índice se reconoce el significado del signo que le contiene.  Así, por ejemplo, en «+c» de Russell, «c» es un índice que indica que el signo entero es el signo de adición para los números cardinales. Pero esta designación depende de un acuerdo arbitrario y se puede, pues, elegir un signo simple en vez de «+c». pero en «-p» «p» no es un índice, sino un argumento; el sentido de «-p» no puede entenderse si no se ha entendido previamente el sentido de «p». (En el nombre de Julio César, «Julio» es un índice. El índice es siempre parte de una descripción del objeto, a cuyo nombre va , el César de la familia Julia.)

Que usted no entienda que los argumentos de función sean sólo acuerdos arbitrarios; prescribe del poder en el acuerdo, la convención de no hacer variar la arbitrariedad; suscribir la presencia por presencialidad. ¿Quién es aquel que puede variar la arbitrariedad en la supremasía?

Suspención.

Prespensión, perspectiva. El elidirse de la diferencia en la integridad transhistórica de significancia de suspensión.

De la supremasía, la hegemonía; la talasocracia, de la talasocracia; el invocador para palabra del hablante.

[x] Para Aristóteles esto constituye toda una ciencia  con método y una práctica de investigación diferida.
¿Cuál es la ciencia de la diferencia?
[xi] Instituciones del arte, instituciones de la técnica.
[xii] Comprendida por ser del ente en totalidad: sentido. Allí la exacción para el concepto en idea.

De la poesía griega  a la poesía alemana.

A la razón y lo que queda más allá de la razón, la imagen ideada, el poetizarse de los compañeros:
Michel Houellbecq, El mundo como supermercado, El absurdo creador:

Structure du langage poetique [Estructura del lenguaje poético] cumple los criterios de seriedad de la Universidad; lo cual no tiene por que ser forzosamente una critica. Jean Cohen observa en su libro que la poesia se permite considerables desviaciones comparada con el lenguaje prosaico, ordinario, el que sirve para transmitir informacion. Emplea constantemente epitetos no pertinentes (crepusculos blancos, Mallarme; negros perfumes, Rimbaud). No se resiste al placer de lo obvio (No lo desgarres con tus dos manos blancas, Verlaine; el espiritu prosaico se rie burlon: .acaso ella tenia tres?). No le asusta cierta inconsecuencia (Ruth pensaba y Booz sonaba; la hierba era negra, Hugo; dos notaciones yuxtapuestas, senala Cohen, cuya unidad logica no se entiende demasiado bien). Se complace con deleite en la redundancia, proscrita en prosa con el nombre de repeticion; un caso
limite seria el poema de Garcia Lorca Llanto por Ignacio Sanchez Mejias, en el que las palabras cinco de la tarde aparecen treinta veces en los primeros cincuenta y dos versos. Para establecer su tesis, el autor lleva a cabo un analisis estadistico comparativo de textos poeticos y textos en prosa (para el, el colmo de lo prosaico –cosa muy significativa– son los escritos de los grandes cientificos
de finales del siglo XIX: Pasteur, Claude Bernard, Marcelin Berthelor). El mismo metodo le permite comprobar que la desviación poetica es mucho mayor en los romanticos que en los clasicos, y aumenta todavia mas en los simbolistas. Uno, intuitivamente, ya se lo olia; no obstante, es agradable verlo demostrado con tal claridad.
Cuando acaba el libro, uno esta seguro de una cosa: el autor ha senalado ciertas desviaciones caracteristicas de la poesia, si; pero a que tienden todas esas desviaciones? .Cual es su objetivo, si es que lo tienen? Despues de varias semanas de travesia, avisaron a Cristobal Colon de que la mitad de los viveres se habian terminado; y no habia senales de que estuvieran acercandose a tierra. En ese preciso momento, su aventura se convierte en algo heroico: en el momento en que decide continuar hacia el oeste sabiendo que ya no hay posibilidad humana de retorno. Ya en la introduccion de Haut langage [Lengua alta], Jean Cohen ensena sus cartas: va a apartarse de la mayoria de las teorias existentes sobre la naturaleza de la poesia. Lo que hace la poesia, nos dice, no es anadir cierta música a la prosa (como se creyo durante mucho tiempo en la epoca en que todos los poemas tenian que ser en verso); tampoco es anadir un significado subyacente al significado explicito (interpretación marxista, freudiana, etc.). Ni siquiera es la multiplicacion de significados secretos, ocultos bajo el primer significado (teoria polisemica).
En resumen, la poesia no es la prosa mas otra cosa: no es algo mas que la prosa, es otra. Structure du langage poetique terminaba con un atestado: la poesia se desvia del lenguaje corriente, y se desvia cada vez mas. Una teoria nos viene naturalmente a la cabeza: el objetivo de la poesia es establecer una desviación maxima, quebrar, deconstruir todos los codigos de comunicación existentes. Jean Cohen rechaza tambien esta teoria; todo lenguaje, afirma, asume una funcion de intersubjetividad, y el lenguaje poético no escapa a esta regla: la poesia habla del mundo de otra manera, pero no cabe duda de que habla del mundo tal y como los hombres lo perciben. Y, exactamente en este punto, Cohen decide correr un riesgo considerable: porque si las estrategias de desviación de la poesia no son un objetivo en si mismas, si es verdad que la poesia es mas que una busqueda o un juego de lenguaje, si es cierto que intenta instituir una palabra distinta sobre la misma realidad, es que nos enfrentamos a dos visiones, irreductibles, del mundo.
[xiii] La gramática, instrumentación por sustancia del accidente. ¿Qué describe y cómo lo describe Saussure? ¿Qué se instrumenta y cómo la instrumentación del describirse de lo descrito por Lingüística estatuye su realidad por régimen de posibles? En tanto que la gramática considerada por Platón es una técnica, para Aristóteles corresponde al saber de una técnica que se posee. La organización que refiere Saussure refiere a la organización de este saber, la institución metafísica que corre entre uno y otro filósofo por Ciencia:

Platón, Sofista:

EXTR. - Como algunas cosas consienten en hacerlo y otras no, ocurrirá aquí lo mismo que con las letras; pues también algunas de éstas armonizan con otras, mientras que otras son discordantes.
TEET. - ¿Cómo no?
EXTR. - Las vocales, a diferencia de las demás, son un lazo que se extiende a través de todas, de modo tal
que sin una de ellas es imposible que las otras se combinen entre sí.
TEET. - Efectivamente.
EXTR. - ¿Y saben todos cuáles son capaces de comunicar con las demás , o quien quiera proceder con eficiencia necesitar á una técnica?
TEET. - Necesitará una técnica.
EXTR. - ¿Cuál?
TEET. - La gramática.
EXTR. - ¿Y qué'? ¿No ocurre lo mismo en el caso de los sonidos, con los agudos y con los graves? Es sico
Quien posee la técnica que le permite conocer cles se combinan y cles no, y no es músico quien la desconoce.
TEET. - Aes.
EXTR. - Y encontraremos algo similar en el caso de las demás técnicas. Así como en la ausencia de técnicas.
TEET. - ¿mo no?
EXTR. - ¿Y qué? Puesto que hemos admitido que también los géneros mantienen entre sí una mezcla similar. ¿No sería necesario que se abriera paso a través de los argumentos mediante una cierta ciencia quien quiera mostrar correctamente qgéneros concuerdan con otros y cuáles no se aceptan entre si. si existen algunos que se extienden a través de todos, de modo que hagan posible la mezcla, y si, por el contrario, en lo que concierne a las divisiones hay otros que so n la causa de la división de los conjuntos?
TEET. - ¿Cómo no hará falta una ciencia y por qué no, la mayor de ellas?
EXTR. - ¿Cómo la llamaremos ahora Teeteto? O acaso sin darnos cuenta hemos caído, por Zeus , en la ciencia de los hombres libres, y, buscando al sofista, corremos el riesgo de haber encontrado primero al filósofo?
TEET. - ¿Que dices?
EXTR. - Dividir por géneros y no considerar que una misma Forma es diferente, ni que una diferente es la misma. ¿No decimos que corresponde a la ciencia dialéctica?

[…]

TEET. - ¿Qué quieres decir con eso'?
EXTR. - Lo que creía que tú suponías cuando estabas de acuerdo conmig.  Pues el nero que permite exhibir el ser mediante un sonido es doble.
TEET. - ¿Cómo?
EXTR. - Uno se llama nombre; el otro, verbo.
TEET. - Di qué es cada uno.
EXTR. - Llamamos verbo al que muestra las acciones.
TEET. - Si.
EXTR. - Mientras que el nombre es el signo sonoro aplicado a los autores de aquéllas.
TEET. - Perfectamente.
EXTR, - No obstante, los nombres tomados por sí solos, y mencionados en forma continuada. no constituyen
discurso alguno, ni tampoco los yerros mencionados separadamente de los nombres.
TEET. – Eso, yo no lo sabía.
EXTR, - Es evidente que cuando decías que estabas de acuerdo conmigo tenías en cuenta alguna otra cosa, porque eso era lo que yo quería decir: que no hay discurso
cuando éstos son enunciados así, en forma continuada.
TEET. - ¿Cómo?
EXTR. - Por ejemplo. «camina corre duerme», y otros verbos que significan acciones, aunque se los diga en serie,
no constituirán por ello un discurso.
TEET. - ¿Cómo lo harían'?
EXTR.- Y, a su vez, si se dice «león ciervo caballo», y se mencionan aún otros nombres de los autores de aquellas acciones, tampoco surgirá un discurso de esta serie, pues ni en este caso ni en aquél lo pronunciado enunciará acción ni inacción, ni la esencia de un ser ni de un no-ser, hasta que no se unan los verbos a los nombres. En ese caso hay acuerdo, y la primera combinación produce directamente el discurso , incluso el primero y el más pequeño de los discursos.

Aristóteles, Categorías

[…] el conocimiento gramatical concreto 8 está en el alma como en un sujeto, pero no se dice de sujeto alguno, y el color blanco concreto está en el cuerpo como en un sujeto -pues todo color. se halla en algún cuerpo--, pero no se dice de sujeto alguno […]

Ética a Nicomaquea, V:

[…] conviene que ejercitándose en cosas justas se hagan justos, y empleándose en cosas de templanza templados. Porque si en cosas justas y templadas se emplean, ya serán justos y templados, así como, si hacen las cosas de gramática y de música, serán ya gramáticos y músicos. O diremos que no pasa en las artes de esta suerte, porque puede ser que acaso haga uno una cosa tocante a la gramática, o diciéndole otro cómo ha de hacerlo. Entonces, pues, será gramático, cuando como gramático hiciere alguna cosa tocante a la gramática. Quiero decir conforme a la gramática que en sí mismo tuviere. A más de esto, no es todo de una manera en las artes y en las virtudes, porque lo que en las artes se hace, en sí mismo tiene su remate y perfección, de manera que basta que se haga como quiera que ello sea; pero lo que se hace en las cosas de virtud, no de cualquier manera que se haga, justa y templadamente estará hecho, sino que es menester que el que lo haga de cierta manera esté dispuesto, porque primeramente ha de entender lo que hace. A más de esto halo de escoger de su propia voluntad y por sólo fin de aquello, y no por otra causa; terceramente, halo de hacer con firmeza y constancia. Todas estas cosas en las demás artes ni se miran ni se consideran, sino que basta sólo el entenderlas.

Aristóteles, Moral a Eudemo, X, De la intención:

¿En qué consiste que los médicos deliberan sobre las cosas cuya ciencia poseen, mientras que los gramáticos nunca deliberan? Porque, pudiendo incurrirse en error de dos maneras, puesto que cabe engañarse por efecto del razonamiento o de la simple sensación, cabe este doble motivo de error en medicina; mientras que si en gramática se quisiera discutir la sensación y el uso, sería cosa de nunca acabar.

[xiv] El transcurso de la narrativa de Saussure; la narratividad del transcurso:

La verdad de la corrección e incorrección de la lengua. Lo que hacen, lo que quieren, lo que hacen de lo que quieren ¿razón de qué tener? Lo mismo, la razón misma. El transcurso de la narrativa, la verdad de la corrección e incorrección de la lengua.

[De Saussure la descripción el valor de la composición por espacialidad del componer; el componerse espacial de la composición de valor a la descripción de Saussure]

Razón de ser es reafirmar existencia. Eso entonces lo mismo que se subvierte al paso del método, la composición nacional y el traspaso en suspenso de la instancia del sitial.


[xv] Cfr. Dos palabras para los filólogos, Nietzsche, La gaya ciencia, 102:

La razón de ser de la filología no es otra que reafirmar continuamente la creencia de que hay libros tan preciados y tan majestuosos a punto tal que generaciones enteras de sabios sienten que sus vidas han tenido sentido, dado que gracias a sus esfuerzos esos libros se conservaron entera e inteligiblemente; se trata, sin duda, de personas que hacen y saben hacer libros así. Con esto quiero decir que la filología supone una noble creencia; que en beneficio de unos pocos hombres que siempre "van a venir" y que nunca están ahí, hay que llevar a cabo previamente una gran cantidad de trabajo penoso e incluso sucio. Todo esto constituye una tarea "para ser realizada por delfines".
[xvi] Constitución  política de los Estados Unidos Mexicano, artículo 1°:

En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.
[xvii] Artemis. Luego la desgracia y la tragedia en el emplazamiento por totalidad del espacio sagrado.
[xviii] Los hechos de lectura de Polibio de Megalópolis.  Por la Hélade, el helenismo, por Grecia los griegos; así vuelve y pasa de paz la palabra detrás; Verde Valle.
La interpretación [el pensar] por un [volver detrás].
Así entonces el ejercicio de la Genealogía planteada por Heidegger, ante la subversión analítica de la historiografía nietzcheana a la composibilidad arqueológica. Foucault; Las palabras y las cosas; La gramática genera:
Sobre el fondo de una enciclopedia absoluta, las humanas constituyen formas intermedias de universalidad compuesta y limitada: enciclopedias alfabéticas que alojan la mayor cantidad posible de conocimientos en el orden arbitrario de las letras; pasigrafías que permiten transcribir según un mismo y único sistema de figuras todas las lenguas del mundo, léxicos polivalentes que establecen las sinonimias entre un número más o menos considerable de idiomas; por último, las enciclopedias razonadas que pretenden "exponer, en la medida de lo posible, el orden y encadenamiento de los conocimientos humanos", examinando "su genealogía y su filiación, las causas que los han hecho nacer y las características que los distinguen". Sea cual fuere el carácter parcial de todos estos proyectos, hayan sido las que fueren las circunstancias empíricas de su empresa, el fundamento de su posibilidad en la episteme clásica es que, si el ser del lenguaje estaba ligado a su funcionamiento en la representación, ésta a su vez no tenía otra relación con lo universal que no fuera por intermedio del lenguaje.

Así luego entonces, el “develamiento” de los fonemas. Estupideces prácticas de la significación material; pues pasan después las ideologías. El pensar del uno sobre el fondo del absoluto. Condición, situación y perturbación del ideal. Así el juego de la telemaquia. Exponer es pretensión.
[xix] Así para el filósofo queda afincada la metafísica de la sustancia en el establecimiento de su estructura de emplazamiento para con el logos –la enunciación del enunciar. La naturaleza entonces condiciona de toda apercepción la realidad efectiva del apercatarse por razón de sitio, el instrumental:
[xx] Aquello por lo que no cabe el error es la historidad por absoluto en temporación del ideal. Cfr. La lógica [Categorías, 2a],  a la consideración de la entidad en su posesión por propiedad de omoiosis en la confrontación del ser en sí con el ser para sí de la estructura de emplazamiento:

Cada una de las cosas que se dicen fuera de toda combinación, o bien significa una entidad, o bien un cuanto, o un cual, o un respecto a algo, o un donde, o un cuando, o un hallarse situado, o un estar, o un hacer, o un padecer.  Es entidad -para decirlo con un ejemplo--: hombre, caballo; es cuanto: de dos codos, de tres codos; es cual: blanco, letrado; es respecto a algo: doble, mitad, mayor; es donde: en el Liceo, en la plaza del mercado; es cuando: ayer, el año pasado; es hallarse situado: yace, está sentado; es estar: va calzado, va armado; es hacer: cortar, quemar; es padecer: ser cortado, ser quemado. Ninguna de estas expresiones, por sí misma, da lugar a afirmación alguna, pero de su mutua combinación surge la afirmación: en efecto, toda afirmación es, al parecer, verdadera o falsa, mientras que ninguna de las cosas dichas al margen de toda combinación es ni verdadera ni falsa, corno,  por ejemplo, hombre, blanco, corre, vence.

Así la entidad, la identidad del ente en posesión de su verdad, es sustancia, sustantivo, y verbo, predicado.

De esto al llegar a la validación del discurso que asienta que un Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra también colocó los nombres peculiares de cada objeto a la función de su intencionalidad, no es ni constituye ningún argumento.

Por combinación se asume entonces la formalidad semántica que el poeta, la poesía, atribuye a la lexis del ente su totalidad por asignación de destino.
De la combinación, su coacción historiográfica a la exégesis de fundación de fundamento, ¿qué se ha atribuido del presentarse de la presencia?  El evento del acotecimiento a tanto expectación del espectáculo.

La expectación del espectáculo es la pertinencia por totalidad al sentido de la cantidad.

¿qué son estas rarefacciones de la institución enunciativa del lenguaje? GRAMÁTICA, SINTAXIS, SEMÁNTICA.

Ousía, en entidad, por puro ser. NATURALIDAD DE NATURALIZACIÓN DEL PRESENTAR POR PRESENTARSE. Legislación de la apercepción de universalidad.
[xxi] Luego principio es la naturaleza misma. El principio la elisión del comienzo en abstraer.
[xxii] De la abstracción y el puro abstraer la institución por verdad de la totalidad de la institución de sentido; ahí la historicidad, en historización de los fundamentos por comienzo de asignación al principio.
El puro ser. Cfr. Hegel, Ciencia de la lógica, p.109:

La simple idea del puro ser la han expresado primero los Eleatas y especialmente Parménides como lo absoluto y la única verdad;(a) y en los fragmentos que nos quedan de él, [se halla expresada] con el puro entusiasmo del pensamiento que por primera vez se concibe en su absoluta abstracción: sólo el ser existe, y la nada no existe en absoluto. —En los sistemas orientales y esencialmente en el budismo, la nada, el vacío es notoriamente el principio absoluto. — El profundo Heráclito destacó contra aquella abstracción sencilla y unilateral el concepto más alto y total del devenir, y dijo: el ser existe tan poco como la nada, o bien: todo fluye, vale decir, todo es devenir. —Las sentencias populares, especialmente orientales, que afirman que todo lo que existe tiene en su nacimiento el germen de su perecer, y que a la inversa la muerte es el ingreso en una nueva vida, expresan en sustancia la misma unidad del ser y la nada.(1) Pero estas expresiones tienen un substrato, donde se realiza el traspaso (2); el ser y la nada son mantenidos separados en el tiempo, representados como alternándose en él, pero no pensados en su abstracción, y por ende tampoco pensados de manera tal que sean en sí y por sí la misma cosa. (3)
Ex nihilo nihil fit [nada nace de la nada] —es una de las proposiciones a las que se ha atribuido una gran importancia en metafísica. Pero en ella o hay que ver sólo la vacua tautología: la nada es la nada; o bien, si el devenir debe tener en ella un verdadero significado, en realidad, puesto que de la nada nace sólo la nada, no hay más bien en ella ningún devenir, porque la nada en ella queda siendo la nada. El devenir implica que la nada no permanezca como nada, sino que traspase a su otro, al ser—. Cuando la metafísica posterior, especialmente cristiana, repudió la proposición que nada viene de la nada, afirmó un traspaso de la nada al ser; y a pesar de haber tomado esta proposición en forma sintética y puramente representativa, sin embargo aun en la más imperfecta unión está contenido un punto, donde el  ser y la nada coinciden y su diferencia desaparece. —La proposición: de la nada no viene nada, la nada es precisamente nada, tiene su propia importancia por su oposición contra el devenir en general y, en consecuencia, también contra la creación del mundo a partir de la nada. Quienes afirman la proposición: la nada es precisamente nada, hasta el punto de apasionarse por ella, no tienen conciencia de que con esto adhieren al panteísmo abstracto de los eleatas, y, en sustancia, aun al de Spinoza. El punto de vista filosófico según el cual vale como principio que: "el ser es sólo ser, la nada es sólo nada", merece el nombre de sistema de la identidad; esta identidad abstracta es la esencia del panteísmo.

(1)     Y transponen de la narrativa la finalidad del sentido por principio en comienzo del ente en totalidad.
Es la experiencia misma de la derrelición del ser-ahí al comprenderse en el ente por mundo en totalidad.
(a)      
(2)     Lo sujeto a la historiograficidad en la apercepción es el sustrato referido por Hegel, conocer que por institución al ahí de la instrucción es asumido de suyo como uno, verdadero y original. La identidad al conocer, la ousía misma en su vindicación metafísica para la institicuión de los principios, estatuye el ser a sí del traspaso.  El fundamento que condiciona toda apercepción posterior en la emergencia de mundo que sí dilusiona:

el ser y la nada son mantenidos separados en el tiempo, representados como alternándose en él, pero no pensados en su abstracción, y por ende tampoco pensados de manera tal que sean en sí y por sí la misma cosa.

Es decir, la ousía, ella misma al interpretarse y ser interpretada al interpretarse, es del devenir, temporalidad – el devenir es la unidad exterior que permanece en referencia al ser como huella de su “verdad”, una estructura del reconocerse a la impostasión, la imitación, la mentira.
(3)     El no pensarse el tiempo y el espacio en su abstracción –la realización de su concepto- se dilusiona en la presencia por elisión de lo elido del ser para con el acontentecimiento y su estructura: NATURALEZA.
Así al acontecimiento histórico subyace por exterioridad- exterioridad práctico simbólica de concreción a su referimentos- la NATURALEZA. De la diferencia ACONTECIMIENTO-NATURALEZA la elisión, el elisor a su momento, son la técnica y el hombre por técnico en la totalidad de temporamiento de tempación del ideal.
[xxiii] Este principio es la estructura óntica-ontológica fundamental tanto para Hegel como Heidegger, Dasein; más así de ello, ¿cómo cabe qué a diluir la elisión por proceso en la simple identidad por observación del sentido? ¿por qué Aristóteles no puede atender al Dasein por estructura de fundación en fundamento del ente en totalidad?
Aristóteles así y la metafísica de la recepción en la lógica de servicio. ¿Qué ha hecho entonces de la estructura de emplazamiento de la filosofía por totalidad del ente en ente en totalidad? [Perménides, la dialéctica y el método en su herencia para el trascurso de Atenas por todo]

Hegel, el Dasein, Ciencia de la lógica, p 141:

EXISTENCIA [Dasein] significa un ser determinado; su determinación es una determinación existente, una cualidad. Por medio de su cualidad algo está frente a un otro, es mudable y finito, determinado no sólo contra un otro, sino en si mismo francamente de manera negativa. Esta negación suya, opuesta ante todo a algo finito, es lo infinito; la oposición abstracta, en la cual estas determinaciones aparecen, se resuelve en la infinitud carente de oposición, es decir, en el ser-por-sí.
El examen del ser determinado tiene por lo tanto estas tres secciones:

A. El ser determinado como tal.
B. Algo y otro, la finitud.
C. La infinitud cualitativa.

Heidegger, el Dasein, § 2. La estructura formal de la pregunta por el ser

La pregunta por el ser exige, en relación a lo interrogado en ella, que previamente se conquiste y asegure la forma correcta de acceso al ente.(1) Pero llamamos “ente” a muchas cosas y en diversos sentidos. Ente es todo aquello de lo que hablamos, lo que mentamos,  aquello con respecto a lo cual nos comportamos de ésta o aquella manera; ente es también lo que nosotros mismos somos, y el modo como lo somos. El ser se encuentra en el hecho de que algo es y en su ser‐así, en la realidad, en el estar‐ahí [Vorhandenheit], en la consistencia, en la validez, en el existir [Dasein], en el “hay”.(2)  ¿En cuál ente se debe leer el sentido del ser, desde cuál ente deberá arrancar la apertura del ser? ¿Es indiferente el punto de partida o tiene algún determinado ente una primacía en la elaboración de la pregunta por el ser?(3) ¿Cuál es este ente ejemplar y en qué sentido goza de una primacía? Si la pregunta por el ser debe ser planteada explícitamente y llevada a cabo de tal manera que sea del todo transparente para sí misma, una elaboración de esta pregunta exigirá, según las aclaraciones hechas anteriormente, la explicación del modo de dirigir la vista hacia el ser, de comprender y captar conceptualmente su sentido, la preparación de la posibilidad de la correcta elección del ente ejemplar y la elaboración de la genuina forma de acceso a este ente. Dirigir la vista hacia, comprender y conceptualizar, elegir, acceder a…, son comportamientos constitutivos del preguntar y, por ende, también ellos, modos de ser de un ente determinado, del ente que somos en cada caso nosotros mismos, los que preguntamos. Por consiguiente, elaborar la pregunta por el ser significa hacer que un ente —el que pregunta— se vuelva transparente en su ser. El planteamiento de esta pregunta, como modo de ser de un ente, está, él mismo, determinado esencialmente por aquello por lo que en él se pregunta —por el ser. A este ente que somos en cada caso nosotros mismos, y que, entre otras cosas, tiene esa posibilidad de ser que es el preguntar, lo designamos con el término Dasein. El planteamiento explícito y transparente de la pregunta por el sentido del ser exige la previa y adecuada exposición de un ente (del Dasein) en lo que respecta a su ser.



 [BP1]Del órganon, la estabilidad referencial para la metafísica al respecto de interioridad de lo reivindicado por identidad en la metafísica.

De allí el sometimiento de la explicatividad en curso al significarse instrumental de la totalidad.

Al respecto de la impronta aristotélica al método, la presunción de verdad al diseño de las investigaciones decimonónicas.

La [experiencia original] es el [espíritu].

Así entonces el decurso metodológico de las llamas ciencias sociales ante la técnica historicista de la indagatoria espiritual de las escuelas alemanas.

Allí la diferenciación y alejamiento político militar de las academias de Europa.

 [BP2]Nuestra doctrina del hecho:

Del ente, la ley, entender el hecho natural y nunca apercatarse de la escritura sino por forma en condición de posibilidad, nunca así por posibilidad de condición.

El hecho natural así es poderío de verdad de la diferencia apercibida en explicatividad del percibirse, representación que reconstruye del percibir la presencia de lo percibido por forma, ahí, al formarse de la forma en la identidad por igual de la figura formada, hablar de la verdad.



 [BP3]Pensemos entonces el plaxo .

Científicos latinos, la instrucción para con la crítica de conceptos; la lógica de doctrinas.

La participación del científico para el presentarse del porvenir.

La definición técnico instrumental del presentarse: medida.

La medida, una instrumentación de figura en formación de forma; paso.

De la palabra entonces, la posibilidad pura.

El régimen comunidad, el régimen de adscripción al paso.

Del paso su sonrisa.

 [BP4]El desinterés de la lengua misma; la ignorancia del objeto,

El ser a ser del no saber.

La negatividad en su nada.

La disposición del disponerse por totalidad.

 [BP5]La composición del método en su disponer por paso del paso.

En la historia del método, la dialéctica,
La dinámica del paso a paso.

Encontrar el método y encontrar la ciencia.

La ciencia del método

El método de la ciencia.

El método de la ciencia del método.

Historiografía.

Lingüística [el trayecto normando-americano].

El apoyo y el aporte de los colonos al todo.

El reino unido de la Gran Bretaña,

La historia del mundo es la historia del reino.

La historia del reino es la historia del reino de Dios: Cómo se hace la historia del reino de Dios en la Tierra.

La naturalidad con la que comprendemos del Mundo.

 [BP6]La subversión absoluta de la esencia al presentarse: el representar.

De la historia de la dialéctica la historia de los representandos.

Así, diez poetas que cubran de dos en dos paisaje opuestos a la totalidad del tiempo por espacio en la constructividad interna externa de la totalidad del espacio-tiempo a asociado a la obediencia metódico-intrumental del concepto.

 [BP7]Si esta condición habita por resguardo la recomposición de los sutras del Buda… bueno, de las doctrinas filológicas antiguas; el desarrollo del jardín y el arroyo del estado antiguo, el régimen de los filósofos, ello mismo que al helenismo hace florecer las formas en la adopción de patrones e indagaciones distintas en la atemperación del juego, del fuego, del corazón y de la razón.
Paideia, Apolo, ahí donde Hermes vulnera la totalidad aparecida, en Bacco y Asclepio.
Allí, a lo mismo, el Daimon.
Del cielo entonces el mal. Saber que Sócrates vulnera la totalidad del espacip-tiempo.

No más,
Después el rayo y tu sonrisa.

 [BP8]Reconocer del reconocer.

 [BP9]Pensamiento, la naturalización de la poesía para con la razón, la naturaleza misma.

 [BP10]Lo conveniente, la prescripción del ente a totalidad en la cuantificación física-formal

Las cosas que son en tanto cosas que son.

El imperio de la cuantificación a la mónada quántica de la apercepción.

[hermenéutica]

 [BP11]El establecimiento de los principios más firmes.

 [BP12]El principio –arké- más firme, “…aquel acerca del cual es imposible el error.”

La institución del quantum:

De la narratividad, su referencia, la cuantificación en la confección de unidad al transcurso de temporación de la totalidad apercibida.

Del quantum así dispuesto, la identidad del ente en totalidad:

Sustancia.

[sustancia es entidad, entidad es ousía]

La totalidad es entonces la amplitud técnica de la apercepción del ente al tránsito de su decurso por el relato del curso.

Del [error] lo [imposible] en la absumisión de toda duda, de toda consideración a la totalidad del ente.

[Destinarse] del [destino]